Orientales, la patria

El uruguayo Hugo Fattoruso y el japonés Tomohiro Yahiro comparten su música hace siete años, y su historia quedará plasmada en el documental “Dos Orientales”, un ambicioso proyecto que ya está en marcha. Del detrás de esta producción y la “pasión” por el trabajo hablamos con Sofía Casanova, una de las realizadoras.

Es  poco probable que alguien no conozca a Hugo Fattoruso, uno de los músicos más destacados de la historia nacional, vanguardista y referente en el país y la región. Es poco probable que alguien conozca a Tomohiro Yahiro, un japonés que oficia de percusionista y que hace algún tiempo, casi de casualidad, conoció a otro oriental, un uruguayo. Desde que se encontraron, Fattoruso y Tomohiro se pusieron a hacer música y no pararon. Conforman el dúo Dos Orientales hace más de siete años y están prontos para realizar su octava gira, expectantes además porque serán los protagonistas de un documental, que también se llamará "Dos Orientales" y que estará a cargo de Sadhu Producciones.

Todos somos orientales
Sofía Casanova, una de las directoras y realizadoras de la película, dialogó con Montevideo Portal para contar que este será el primer largometraje que realizará y que el proyecto surgió a partir del DVD musical de Tatita Márquez, un trabajo que permitió que Florencia Arbiza (la otra realizadora, además de Sofía Córdoba) se contactara con Fattoruso. "Ella llevó la idea original, que luego germina, se riega y florece", señala.
Cuando comenzaron a conocer al músico y se enteraron de que iba a estar girando por Uruguay en enero y febrero de 2013, planificaron filmarlo: lo hicieron en la Sala Zitarrosa, con cinco cámaras, y estuvieron de acuerdo en hacer un DVD. Pero algo pasó en el medio, que les provocó la necesidad de incluir entrevistas, de ir desarrollando el detrás de ese dúo de artistas, de ir contando una historia.
Un buen día se encontraron con que todo eso se transformaría en un documental de 70 minutos, que tiene una mirada "más artística" gracias a Fattoruso y Tomohiro. "Todo empezó a tomar cuerpo", dice Sofía, quien resalta la "alegría" que le está dando este proyecto y el "gran interés" que está generando entre sus allegados. Desde que se embarcaron en este desafío por demás ambicioso, descubrieron algo: "es nuestro motor, lo estamos haciendo desde lo más profundo de nuestro ser", afirma tomando la voz cantante. Además, encontraron al arte y a la música como catalizadores del encuentro entre dos culturas tan distantes como la uruguaya y la japonesa.

Eso les pasa a las realizadoras cuando miran a los protagonistas de su historia. Por un lado está Fattoruso, a quien Casanova define como una "gran estrella de barrio", con un "humor increíble"; por otro está Tomohiro, un nipón que está "alucinado con el candombe" y que, como si fuera poco, es fan del Lobo Núñez. Entre ellos están "proyectados, asegura Sofía, a pesar del evidente choque cultural, que es "curioso y gracioso".
De hecho, Tomohiro insiste en que Hugo es "más japonés" que él, y eso tiene que ver, según la directora, en que tiene "la disciplina como gran valor", y en otra particularidad: "su mundo se convierte en un mundo de notas musicales".
Enseñarte a volar
Con la idea de lo que quieren plasmar bien definida, las chicas de Sadhu Producciones se dieron cuenta que era "fundamental" viajar a Japón para hacer registro de la vida que el dúo oriental lleva del otro lado del mundo. Por eso, en días cuatro personas partirán hacia Asia, para filmar dos recitales, uno en Tokio y otro en Yokohama.
Ya les advirtieron, cuenta Sofía, que no pueden filmar a la audiencia, lo que habla de lo "reservada" que es la cultura nipona y lo "sagrados" que son para ellos los espacios privados. Otra cosa de la que les hablaron fue de la comida, que probablemente les genere un impacto especial cuando se enfrenten a ella. Pero eso no les importa: "hay que jugársela e ir".
Es por eso que están anotadas en varios fondos, y además están en busca de colaboradores inversores y de coproductores, y también de corazones nobles que confíen en su trabajo y se animen a hacer su aporte a través del crowdfunding, por medio de la plataforma Idea.me.
A través de Idea.me, cualquiera puede donar para apoyar la causa y automáticamente pasar a formar parte de ella, algo posible gracias a que "los paradigmas de gestión cultural vienen cambiando", según Sofía Casanova, hija del realizador audiovisual Pincho Casanova y sobrina del director de cine Guillermo Casanova, quienes le han impulsado esa pasión por ir tras sus sueños. Por eso, es bueno que la película no se vea sólo como un "producto final", señala, sino como un proceso conjunto, en el que los que están de un lado y del otro puedan interactuar y formar parte de un mismo objetivo.
Para ir a Japón todos sacaron préstamos y corrieron el riesgo de hacer una mega inversión, esperando poder recuperarla. A través de este sistema de recaudación pretenden costear la travesía, que ronda en los 400 mil pesos uruguayos y en la que ya más de 10 personas decidieron confiar haciendo su contribución.

Pasa que cuando es pasión no importa", dice Sofía, entusiasmadísima con el viaje y el proyecto, con ser embajadora del país desde el arte, con contribuir al archivo cultural nacional y con algo más: "esa idea loca de la fusión del punto donde se encuentran dos orientes".
¿Cuándo va a ver la luz el film? La idea es a finales de 2015, pero los planes cambian "todo el tiempo", porque todos quieren llegar "a lo más profundo posible". "Nuestra ambición es contar historias", afirma, y asegura que por ahora todas son "preguntas e incertidumbres".
Por colaborar por Idea.me (click aquí) se reciben recompensas, como postales, entradas al avant premier, discos, acceso a un concierto íntimo de Fattoruso y Tomohiro, y menciones en diferentes roles de participación en la película.

Sadhu Producciones
Dirección: Sofía Casanova y Sofía Córdoba
Dirección Artística: Cristóbal Severin
Producción Artística: Florencia Arbiza
Producción Ejecutiva: Agustina Benvenuto

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Montevideo Portal | Belén Fourment