Dos sobrevivientes de los 500 inmigrantes clandestinos que intentaban cruzar el Mediterráneo, 100 de ellos niños, relataron que el hundimiento de la barcaza en que viajaban fue totalmente intencional.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) reconoció y tomó como válido el relato de dos de los diez sobrevivientes del siniestro naufragio, ocurrido frente a las costas de Malta,en el que murieron 500 personas que intentaban cruzar desde Egipto a Italia. El naufragio es el peor que se registra en los últimos años en aguas mediterráneas.
La OIM, emitió un comunicado en su base de Ginebra, donde da a conocer los relatos de los sobrevivientes y denuncia que los traficantes –egipcios y palestinos- que cobraron por llevar a sus víctimas, fueron los homicidas de la masacre, al hundir la nave del tráfico e incluso esperar a que se hundiera para que no quedaran testigos de la masacre.
Crónica de un terror por el que aún nadie responde
Los dos sobrevivientes contaron (en un relato igual al que hicieron los otros ocho sobrevivientes que están en Creta), que los inmigrantes se negaban a abordar un bote más pequeño, al ya minúsculo en que viajaban, por lo que hubo “una pelea violenta”.
Los diez traficantes entonces “embistieron el bote que empezó a hundirse rápidamente. Los contrabandistas se quedaron allí esperando que la embarcación se hundiera del todo. Después de hundir el barco se seguían riendo”, narraron los sobrevivientes a la OIM.
La tragedia ocurrida en aguas internacionales, cercanas a Malta, se conoció al día siguiente cuando un portacontenedores pasó por el lugar y encontró los sobrevivientes flotando en las aguas.
Los 500 muertos habían pagado hasta 2.000 dólares por adelantado, en una supuesta agencia de viajes, en Gaza, donde se hacían los arreglos para el viaje a Italia, y se les asesoró para ir hasta Egipto, donde abordaron buses que los llevaron al puerto de Damietta cerca de Alejandría y allí embarcaron.
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