miércoles, 17 de septiembre de 2014

Nuevo etiquetado de alimentos por colores


IMM impulsa nueva norma: si la etiqueta está en rojo, será mejor evitar su consumo, si está en verde es saludable


La Intendencia Municipal de Montevideo (IMM) impulsa un nuevo sistema de etiquetado de alimentos por colores (rojo, amarillo y verde) o por punteado (de distinto grosor) para informar de forma gráfica la cantidad de grasas, sal, azúcar, grasas saturadas o calorías que contiene un producto para que el consumidor elija la opción más saludable, sin tomar en cuenta la marca.
“Si está todo rojo, cartón lleno, es la comida chatarra por excelencia”, definió Pablo Anzalone, director de la División Salud.
Las propuestas fueron elaboradas por un equipo especializado de la Universidad de la República para informar más claramente sobre los distintos parámetros nutricionales. Los sistemas convencionales se basan en los gramos o miligramos o porcentajes del valor diario recomendado de ingesta para cada elemento.
Por ejemplo, el paquete de una marca de galletas rellenas indica que cada porción (tres unidades) contiene 20 gramos de carbohidratos, lo que equivale al 7% del valor diario recomendado para una dieta de 2.000 calorías. “Es algo que le dice poco a la gente”, apuntó Anzalone.
Por los nuevos sistemas, el consumidor sabe si eso representa un contenido bajo, medio o alto de grasas saturadas.
Si la etiqueta adopta el formato de semáforo, el contenido alto estará en rojo y así sabrá que “un consumo excesivo” puede generar un perjuicio para su salud.
El ejemplo paradigmático es el alto contenido en sodio de las papas chips. Treinta gramos de este snack proporciona 0,2 gramos de sodio, lo que es un 8% del valor diario; el problema es bajarse la bolsa, consuetudinariamente.   
“Es necesario que el etiquetado ayude a la información y a las campañas de educación”, dijo Anzalone a El Observador. No obstante, el jerarca explicó que la identificación de varios elementos en rojo o con punteado grueso no ameritará su prohibición. Es solo una advertencia.
La etiqueta “semáforo” fue adoptada por el Reino Unido en 2012 con la obligación de colocar la información en la parte frontal de cada envase.
Ecuador, primero en América Latina, lo hizo este año pero su ubicación es opcional. Antes que se implementara el sistema, el Ministerio de Salud Público estimó que cerca del 80% de los productos de venta habitual tendrían al menos una señal roja.
Anzalone agregó: “Si la gente tiene la información y un mensaje sostenible y permanente, eso ayuda a que haya un cambio en los hábitos alimenticios”.

Retirarán mercadería
La IMM enviará a la Junta Departamental de Montevideo un proyecto de decreto que incorpora dos elementos para garantizar la inocuidad de los alimentos: la trazabilidad de los productos y la obligatoriedad para la empresa para el retiro del mercado de productos en caso de brote epidémico. “Estamos muy orgullosos como país de la trazabilidad del ganado, pero en los alimentos no tenemos esa obligación”, apuntó el director de la División Salud.
La norma, que ya fue discutida con los grupos empresariales y fue elaborada por Asesoría Jurídica de la IMM, se aplicará para todas las empresas alimenticias sin importar su tamaño. La comuna ha organizado talleres sobre trazabilidad para productores y distribuidores de frutas y hortalizas.
El segundo objetivo del decreto es dotar a la IMM de una norma habilitante para la incautación de mercadería que genere un episodio de enfermedad de transmisión alimentaria. La empresa deberá retirar del mercado los productos en mal estado.
Actualmente, se hace de forma conjunta. “Es un paso bueno para dar garantías para la inocuidad”, afirmó Anzalone.
Las enfermedades de transmisión alimentaria se definen como el síndrome, generalmente gastrointestinal, originado por la ingestión de alimentos y/o agua, que contengan agentes patógenos que afecten la salud del consumidor. Por ejemplo, entre 1993 y 2009 se registraron 113 brotes de salmonella y seis por shigella, según datos del Ministerio de Salud Pública. En 2013, un brote de la última bacteria afectó a 138 personas en una escuela de Libertad, en el departamento de San José.


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