Danza clásica y contemporánea alternan para contar esta historia de Belle.
"Yo siempre trabajé desde la dramaturgia, para contar una historia. Y así como había hecho Tatyana, una adaptación de Eugueni Onieguin, de Pushkin, ahora hago Belle, que habla sobre una mujer que tiene todo pero le falta algo. Tiene un marido al que ama, tiene amigos, vida social, su casa, pero tiene también como un hueco, un vacío profundo. Me encantó esa historia porque plantea la relación entre instinto y razón, entre el amor y la fuerza de la carne, entre el sexo y el alma. Todo el tiempo esos contrastes están presentes en el espectáculo, coexistiendo", adelantó Colker a El País.
"Porque todos somos así, tenemos la razón pero también un instinto profundo, que también necesita ser escuchado. Entonces esta historia me permitió expresar la convivencia de esos dos mundos en cada persona", agrega la prestigiosa coreógrafa brasileña, cuya compañía se presentará desde mañana al jueves 25, todos los días a las 20:30 horas. Las entradas se venden en Red UTS y la sala, y valen $ 1700, $ 1400, $ 1000, $ 900 y $ 500.
Consultada sobre si tomó como inspiración la película de Buñuel, ella responde: "No, sin embargo, la película de Buñuel fue muy importante para mí, porque yo conocí esta historia a través de ella, que la vi siendo muy chica. Recordé la historia por la película, pero me fui atrás del libro, y cuando lo leí fue que decidí, en ese mismo minuto, que quería llevarla a escena. Y decidí seguir al libro, no a Buñuel, porque si bien la película es impresionante, maravillosa, yo quería establecer más claramente esa relación de dos mundos, esa polaridad".
"Y Buñuel trató de hablar de la religión y de la culpa de la sociedad burguesa. Y yo no quería hacer eso, quería tomar otro camino. No obstante, hay un elemento que yo creo que la película de Buñuel tiene, y que mi trabajo escénico también tiene. Para Buñuel, y para mí, si esa chica fue o no al burdel, no importa. Importa que dentro de ella, ella vivió esa experiencia", reflexiona la artista.
Así, el texto de Joseph Kessel promete ser volcado a escena, por medio de imágenes sorprendentes y sensuales. Además de los 17 bailarines que estarán en el escenario, esta adaptación reúne en un equipo algunos de los más talentosos profesionales brasileños en el campo de las artes, quienes son colaboradores de Colker desde su primer espectáculo, como el director ejecutivo Joan Elias, el escenógrafo Gringo Cardía, el iluminador Jorginho de Carvalho, el director musical Berna Cepas y el vestuarista Alexandre Herchcovitch.
"El primer acto transcurre en la casa burguesa, con un estilo que tiene mucho de trabajo de puntas, y una ambientación que sin ser de época, evoca un mundo que no es el actual. Con mucha presencia de la elegancia del mundo burgués. Luego se van presentando elementos que pertenecen al mundo del instinto, y allí empieza la transformación de esa chica, su orgánica transformación interna. Ella empieza a sentir como una división dentro de sí misma, por eso es que en este montaje decidí que dos bailarinas van a interpretar a esa protagonista. Ellas son muy diferentes, y tienen diferentes coreografías cada una".
"Una de ellas es totalmente controlada, y la otra es como un volcán: intensa, explosiva, animal. Y al final del primer acto, ella empieza a imaginar cómo será esta nueva vida, en el burdel. A ella le fascina la idea, quiere, pero tiene miedo. Y el segundo acto es en el burdel, donde si bien cambió muy poco lo escenográfico, sí cambiaron mucho las vestimentas. Y sobre el final vuelve a la casa, donde el público ve ya los cambios que operaron en ella. El estilo de danza es contemporáneo, pero también hay clásico, porque mis bailarines manejan el clásico pero también tienen mucha destreza física".
Al preguntarle a Colker si siente que sus coreografías reflejan su condición de carioca, ella dice: "Creo que no: mi trabajo es muy universal, no es lo característico de la samba o de la danza callejera. Pero sí tienen mis trabajos muchas mezclas, y a nosotros los cariocas nos encantan las mezclas de las diversas influencias. Y también la sensualidad del cuerpo, y la posibilidad de utilizar todo el cuerpo, todo, incluyendo mucho la pelvis. No somos muy duros en ese sentido".
Sobre a qué se hubiera dedicado si no hubiera sido al mundo de la danza, afirma: "Yo estudié psicología, y me encanta también la filosofía, y la ciencia. Y ahora yo estoy muy zambullida en eso porque yo tuve un nieto que nació con una enfermedad rarísima. Y ahora a todos lados que voy con mi compañía trato de buscar elementos vinculados a la terapia genética, las terapias celulares. Me encanta el conocimiento y la posibilidad de poder conocer mejor el cuerpo humano".
CARLOS REYES
http://www.elpais.com.uy/divertite
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