QUÍMICO ANALIZA LA COMPOSICIÓN DEL OLOR A LIBRO VIEJO
El olor de los libros, especialmente de los antiguos, resulta especialmente agradable pare el olfato de millones de personas en todo el mundo. Recientemente, un profesor de Química de Reino Unido publicó un informe donde analiza el complejo origen de ese aroma tan evocador.
Ese "olor a libro" que permanece impregnado en las librerías, especialmente en las de viejo, resulta especialmente seductor, aunque es difícil saber exactamente cuáles son los ingredientes que lo componen.
Recientemente, un docente de Química publicó un detallado informe que explica, entre otras cosas, por qué olor de los libros antiguos es diferente al de los nuevos.
Los volúmenes viejos tienen un olor algo dulzón, con notas de flores de vainilla y almendras, originadas en la descomposición de los químicos del papel. Este aroma característico no se encuentra en los libros nuevos, ya que su composición química varía mucho según las materias primas utilizadas, y el tiempo no ha tenido tiempo aún de "emparejar" su materia.. Según publica Daily Mail, este proceso de degradación química sería responsable del "añejamiento" de los libros, confiriéndoles su característico aroma.
El papel contiene celulosa y pequeñas cantidades de lignina, un compuesto de polímeros de alcoholes aromáticos. Los papeles de gran calidad poseen menos lignina que los baratos, siendo estos últimos los más utilizados en los libros.
Es precisamente esta lignina la que, al oxidarse, hace que el papel comience a amarillear con el paso del tiempo hacen que se descomponen en ácidos. Los ácidos generados durante esta oxidación descomponen a su vez la celulosa que luego ayudan a descomponer la celulosa, explica el docente. Así las cosas, el olor de los libros antiguos proviene de la degradación química de la lignina y la celulosa, que libera una serie de compuestos como el etil hexanol, el benzaldehído, benceno y tolueno de etilo. Este proceso, conocido como hidrólisis ácida, es al fin y al cabo la casusante de ese olor tan característico.
En cuanto al "olor a libro nuevo", el docente lo atribuye a la mera suma de sus componentes "frescos" : el papel, las tintas utilizadas para imprimir el texto y los adhesivos utilizados en la encuadernación.
Muchas de las sustancias que se utilizan para la fabricación de papel -como el hidróxido de sodio, conocido como soda cáustica- - se agregan en mayores o menores dosis según el resultado que se busque. La cantidad de este producto influirá en la acidez del papel acabado y en el olor que tendrá. Esta variedad de acidez, así como la enorme gama de pegamentos usados para encuadernar, causan los diversos aromas en el material nuevo. Después, tal como se explica líneas arriba, los procesos de descomposición acaban con las pretensiones de diversidad del papel, emparejando lentamente su color, consistencia y aroma.
Montevideo Portal
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