Simplemente el recorrido ya vale la pena, porque en los humedales del arroyo se ven muchas aves, como cormoranes, garzas, ibis, cisnes y hasta algunos vacunos curiosos que observan el lanchón pasar.
El monte está protegido por un “monte criollo” compuesto por coronillas de gran porte, canelón, guayabo blanco, chal- chal, tembetarí y sombra de toro, siendo muy escasos el arrayán y el el saúco.
Los botánicos (no hay una sola escuela en botánica.) no se ponen de acuerdo si es un árbol, arbusto. Generalmente se acepta que son árboles las plantas de mas de seis metros de altura y en base a eso los Ombúes son árboles. Lo que hace dudar a algunos, es el hecho de que esta especie no forma madera, sino un tejido esponjoso que contiene mucha agua, que no se quema, y que sus ramas van creciendo desde muy abajo, lo que para algunos sería una característica de los arbustos.
Pero lo que realmente hace imposible determinar la edad de un ombú es que al no formar madera, no forma los tan conocidos “anillos de crecimiento” del común de los árboles, pero se pudo determinar la edad de ejemplares de coronillas dentro del bosque, y se calcula en 200 a 600 años.
El ombú es una especie dioica: los ejemplares son o masculinos o femeninos. Su sexo puede determinarse observando las características de sus flores
Los frutos del ombú son comidos por muchos animales, entre ellos las aves y los zorros, los que dispersan las semillas contenidas en sus excrementos.
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