jueves, 19 de junio de 2014

José Gervasio Artigas

“No hay circunstancia capaz de inducirme a variar de opinión. Esclavo de mi grandeza, sabré llevarla a cabo, dominado siempre de mi justicia y razón. Podrán arrancarme la vida pero no envilecerme. El honor ha formado siempre mi carácter. Él reglará mis pasos.”
José Artigas, carta al General Sarratea, 11 de febrero de 1813.



SÍNTESIS BIOGRÁFICA
Jos&ecute; Gervasio Artigas
José Artigas nació el 19 de junio de 1764. Aún es discutido el lugar de nacimiento. Presumiblemente nació en Montevideo, donde fue bautizado el 21 de junio de 1764, en la Iglesia Matriz. Como todos los hijos de las principales familias de Montevideo, cursó los estudios primarios en la escuela de los Padres Franciscanos. A los catorce años comenzó a trabajar en la estancia de sus padres en el Sauce. Allí se dedica a la ruda faena ganadera de la época, que templa sus músculos y su espíritu. Se hace diestro en el manejo del caballo y en todas las actividades de la vida rural, se vincula a gauchos y paisanos, adquiriendo sus hábitos y modalidades. Artigas a los 16 años se interna en las praderas y serranías, en plena campaña oriental, inicia una relación con los charrúas que se incrementará durante las siguientes cuatro décadas.
Cuando Artigas tenía 21 años nace Manuel Artigas “El Caciquillo”, uno de sus hijos según el escritor Carlos Maggi. También asegura "que Artigas integró la tribu Charrúa durante muchos años...". Por otro lado, agrega que según Acosta y Lara, el trato de Artigas con los indios viene de muy atrás, se remota a la época de sus rebeldías juveniles..."
Desde las barras de los ríos Arapey Grande y Chico “Pepe” Artigas y sus charrúas juntan miles de cabezas que con unos 200 charrúas lleva en dirección al Brasil, Santa Tecla, a través del Lunaejo. Fueron sorprendidos al desplazarse por Cerro Largo a comienzos de 1796.
Jos&ecute; Gervasio Artigas
Artigas deja la tribu Charrúa y entra en el cuerpo de Blandengues como soldado, posteriormente es nombrado capitán de milicias, Se acogió a los beneficios de un indulto, donde estaba previsto especialmente el delito del contrabando. El indulto pretendía atraer a hombres diestros, buenos jinetes, y que hubieran “andado en el trajín clandestino” para formar aquel cuerpo.
Artigas era un criollo que conocía muy bien la campaña y sus habitantes por ser él uno más. Tenía muchos amigos en las tolderías y, por lo menos, un hijo. Hablaba el guaraní en forma fluida y se sentía más a gusto al aire libre o en una humilde toldería o enramada. Conocía de plantas y curaciones, tocaba la guitarra y cantaba. Su sencillez no era pobreza, era una expresión de su cultura adquirida en su juventud entre los gauchos, los charrúas y los minuanes.
Acompaña al español Félix de Azara. Interviene en el reparto de tierras para la fundación del pueblo de Batoví.
Es designado nuevamente para proteger vidas y haciendas como lo habían solicitado los hacendados al cabildo de Montevideo; por oficio que entre otras cosas afirmaban, hablando de nuestra campaña: “que a pesar de los beneficios que de ella se siguen ha de venir a la mayor decadencia pues los excesos, atrocidades y robos que experimentamos en la compaña precisamente nos obligarán, porque los hombres criminosos se aumentaron considerablemente.
Cuando el coronel Rocamora efectúa una operación para aplastar a los charrúas, Artigas, aún oficial de Blandengues, actúa para que fracase en los campos de Areunguá. Javier de Viana conduce entonces una nueva expedición que tiene poco éxito por las maniobras de Artigas para proteger a los charrúas.
En 1805 Artigas solicitó y logró en el territorio de Areunguá 105 mil hectáreas donde los charrúas tienen su territorio y mueven sus tolderías. Pacificada la campaña retorna a Montevideo y se casa el 23 de diciembre con su prima Rosalía Villagrán.
Segunda invasión inglesa: en 1807 Artigas, que ha combatido en la primera, lucha en ésta desde el Buceo. Luego de la rendición de Montevideo acosa a los ingleses en una lucha de guerrillas, teniendo su centro de operaciones en el Cerro.
Febrero de 1811: ofrece sus servicios a la Junta de Buenos Aires. En abril cruza el Río Uruguay y desembarca en la costa de Paysandú. Enseguida asume el mando de la revolución oriental, y desde su cuartel general de Mercedes, el 11 de abril, dirige una proclama, a los revolucionarios:
“Leales y esforzados compatriotas de la Banda Oriental del Río de la Plata; vuestro heroico entusiasmado patriotismo, ocupa el primer lugar en las elevadas atenciones de la Excma. Junta de Buenos Aires, que tan dignamente nos regenta. Ésta, movida del alto concepto de nuestra felicidad, os dirige todos los auxilios necesarios para perfeccionar la grande obra que habéis empezado...
Dinero, municiones y tres mil patriotas aguerridos son los primeros socorros con que la Excma. Junta os da una prueba nada equívoca del interés que toma en vuestra prosperidad...
Para conseguir el feliz éxito y la deseada felicidad a que aspiramos, os recomiendo a nombre de la Excma. Junta vuestra protectora, y en el de nuestro amable jefe, una unión fraternal y ciego obedecimiento a las superiores órdenes de los jefes que os vienen a preparar laureles inmortales. Unión, caros compatriotas, y estad seguros de la victoria.
He convocado a todos los patriotas caracterizados de la campaña; y todos, todos se ofrecen con sus personas y bienes, a contribuir a la defensa de nuestra justa causa.
A la empresa caros compatriotas, que el triunfo es nuestro: vencer o morir sea nuestra cifra; y tiemblen los tíranos de haber excitado vuestro enojo, sin advertir que los americanos del sur están dispuestos a defender su patria; y a morir antes con honor, que a vivir con ignominia en afrentoso cautiverio.”
El 18 de mayo libra la batalla de Las Piedras donde despliega sus dotes de estratega, venciendo al ejercito español más numeroso y mejor pertrechado que el oriental. Al terminar el parte de dicha batalla desde su campamento del Cerrito nos dice: “Son los momentos en que me considero elevado por la fortuna al grado de felicidad más alta, si las armas de mi mando han podido contribuir a perfeccionar la gran obra de libertad de mi amada patria”
El 21 de mayo pone sitio a Montevideo.
El 23 de octubre, el pueblo oriental, con su jefe a la cabeza inicia el camino “de la Redota”, llamado después EXODO DEL PUEBLO ORIENTAL, el héroe lo dignifica con este pensamiento: “no quiero que persona alguna venga forzada. Todos, voluntariamente deben empeñarse en su libertad. Quien no lo quiera permanecerá esclavo”.
Durante once meses, desde el 11 de octubre de 1811 al 21 de setiembre de 1812, se completó la emigración de 700 familias de la campaña de Montevideo y sus vecinos en armas que cruzaron el Río Uruguay y se instalaron en el Ayuí.
Los Charrúas protegen cual escudo al éxodo que acompañan con 400 guerreros A fines de 1812, Artigas con su ejército de indios, negros y gauchos domina la campaña del Territorio de Montevideo. Se enfrenta al centralismo de Buenos aires. Porteños y portugueses unifican esfuerzos para combatir a los charrúas y debilitar a Artigas. El gobernador de Montevideo rompe el armisticio con Buenos Aires. Los porteños hacen un convenio con los portugueses para la evacuación de la Banda Oriental. En enero Artigas acampa en el Ayuí, Provincia de Entre Ríos. En octubre se produce el segundo sitio de Montevideo.
Artigas se incorpora a él el 21 de febrero de 1813. Sumándose los charrúas en el mes de agosto.
Propone en el Congreso de Tres Cruces el reconocimiento de la Asamblea de las Provincias del Río de la Plata. Dicta las famosas INSTRUCCIONES DEL AÑO XIII para los diputados orientales donde plantea:
  • independencia absoluta
  • un gobierno republicano y federal y una confederación de provincias
  • libertad civil y religiosa en toda su extensión imaginable
  • igualdad, libertad y seguridad de los ciudadanos y pueblos
  • instauración de los tres poderes del Estado con independencia entre sí
  • trabas constitucionales para prevenir y combatir el despotismo militar
En enero de 1815 se levanta la bandera de Artigas en Arerunguá.
En febrero, el 26, las fuerzas de Artigas entran en Montevideo.
En abril, las Provincias de Entre Ríos, Corrientes, Santa Fé, Córdoba, Misiones y la Banda Oriental forman la LIGA FEDERAL y Artigas recibe el título de “Protector de los Pueblos Libres”
El 10 de setiembre Artigas promulga EL REGLAMENTO PROVISORIO PARA EL FOMENTO DE LA CAMPAÑA. Al hacer la entrega de tierras a aquellos que la trabajan aclara “con prevención que los más infelices sean los más privilegiados”.
En 1816, durante su gobierno, desde la Capital de la Liga Federal, a la que llaman Purificación, entre otras medidas, fomenta la colonización con indios Guaycuruses y Abipones venidos de Corrientes.
La compañera de Artigas en Purificación fue la paraguaya Melchora Cuenca.
Del mismo modo que protegió a los indios y contaba con su apoyo, tuvo una actitud similar con los de "raza" negra. En el ejército artiguista había una división de pardos. El estado mayor negro de Artigas estaba compuesto por Joaquín Lencina, más conocido por Ansina, líder de la comunidad afro-oriental, y un líder militar llamado Manuel Antonio Ledesma, quién siguió liderando a la comunidad negra que acompañó a Artigas al Paraguay. Que fueron conocidos comos los negros de Kamba-Kuá y que se denominaban los Artigas Cué (el pueblo de Artigas).
"Es Artigas... de conversación afable y decente. (...) Jugaba mucho a los naipes, bebía poco y comía parcamente. Tocaba la guitarra, cantaba y bailaba con bastante gracia. Era muy aficionado a las lindas muchachas y se dice que enamoraba a varias a un tiempo. Escribía con mucha naturalidad y era capaz de grandes concepciones...." Historiador Bartolomé Mitre/1876
El 26 de mayo apoya la formación de la Biblioteca en Montevideo diciendo: “Sean los orientales tan ilustrados como valientes”.
En agosto se produce la invasión de los portugueses coligados con los reaccionarios de Buenos Aires. Artigas asigna a Misiones y a su Comandante, la misión de mayor riesgo.
En setiembre, con las acciones de Rincón, de la Cruz y Yapeyú, Artigas comienza la lucha contra los portugueses.
En 1817 Artigas le recrimina a Pueyrredón que apoye a los portugueses invasores mientras en la Banda Oriental se los combate.
En 1818, el 9 de abril, los portugueses ocupan Purificación (campamento de Artigas).
En 1819 San Martín escribe al director chileno O•Higgins para mediar en el conflicto entre Artigas y Buenos Aires.
El 22 de enero de 1920 los portugueses derrotan definitivamente a las tropas artiguistas en la batalla de Tacuarembó.
El 23 de febrero, en el Pacto del Pilar, Ramírez y López aliados de Artigas, llegan a un acuerdo con el nuevo gobernador de Buenos Aires, Manuel de Sarratea, por el que hacen la paz con los porteños, traicionando y desconociendo la autoridad de Artigas (Rivera había ofrecido su ayuda a Ramírez en 1820 para matar a Artigas). En setiembre Artigas cruza el río Paraná, junto con Ansina y un grupo de familias y lanceras y lanceros negros, internándose en el Paraguay.
El artiguismo fue derrotado por un Portugal militarista y cruel. Al darle la espalda los centralistas de Buenos Aires, las tropas gauchas fueron masacradas, y los portugueses se quedaron en la Banda Oriental. Artigas se fue al Paraguay. El repliegue no significó que el caudillo abandonaba voluntariamente la lucha. Muy por el contrario, se dirigió hacia el norte para concretar una alianza política y recomponer así su proyecto americanista, multicultural y multiétnico. Ansina, su gran compañero y amigo, lo expresa en uno de sus poemas: "Pronto nos verán regresar... Volverá a enrojecer... Nuestro ceibo notable... ¡Será la hora de volver!
Cuando en 1841 Rivera invitó a Artigas a volver, éste ni siquiera abrió el rollo del mensaje, tal vez influido por viejas amarguras de la traición de su antiguo lugarteniente.
En 1845, el nuevo gobernante del Paraguay, López, hace trasladar al prócer hasta las cercanías de Asunción, en la quinta de Ibiray. Allí recibe la visita de uno de sus hijos, José María, quien en vano intentó traerlo a la patria. Era en plena Guerra Grande y Artigas fue nuevamente invitado a volver por el Gobierno de Montevideo. Con los orientales divididos y en guerra, con su territorio prácticamente ocupado por las grandes potencias europeas y el ejército porteño, como era de esperar, se negó a volver.
Muere el 23 de setiembre de 1850 a los 86 años.
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA:
Ideario de Artigas, Juan Silva Vila; La vida del héroe José Artigas, Alfredo Gadino; Almanaque 2001 del BHU; Lecturas de Historia Nacional, Consejo Nacional de Enseñanza Primaria y Normal; Vida de Artigas, Alfredo Castellanos.

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