La decisión de Uruguay de establecer su 'campamento base' en Sete Lagoas no es el primer efecto beneficioso que ha tenido el Mundial para esta localidad, ya que los dos grandes equipos de Belo Horizonte desplazaron en 2010-2011 partidos a este recinto, ya que el Mineirao estaba en obras para la puesta a punto para la Copa del Mundo.
En aquella ocasión, el recinto se renovó para poder acoger a los dos históricos clubes vecinos y los aficionados locales pudieron ver de cerca a jugadores de primera fila, como este martes con el entrenamiento de Uruguay.
Un fútbol de un nivel que no es el habitual en ese recinto, ya que el equipo local, el Democrata, que juega en el campeonato Mineiro de segunda división y que tiene como uno de sus grandes orgullo que en los años ochenta tuvo como entrenador a Vanderlei Luxemburgo, que luego fue seleccionador de Brasil y entrenador del Real Madrid.
El técnico de Uruguay, Óscar Tabárez, dijo después de la práctica que el grupo había sentido el cariño local.
“Es un lugar bonito y la gente es amable. Hoy en el estadio fue todo muy cálido. Cumplimos con la obligación reglamentaria (de dejar una práctica abierta totalmente al público) y creo que la gente disfrutó. Intentamos así hacer ver a la gente el agradecimiento por cómo este lugar ha colmado nuestras expectativas”, dijo.
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