Los bonistas que entraron al canje de deuda y debían cobrar hoy en Nueva York no pueden hacerlo porque la justicia estadounidense frenó el pago para ordenar que se negocie con los fondos buitres.
Los bonistas que habían aceptado las condiciones argentinas, debían empezar a cobrar este lunes US$539 millones, pero el juez que entiende en el caso de los fondos buitres, frenó los pagos ordenando que también se negocie con los especuladores de la deuda.
Las trabas del magistrado Thomas Griesa, que impiden el pago, hacen que comiencen a correr treinta días previos al incumplimiento de la deuda, que de concretarse, pondrían a la Argentina en default.
Entre los que deben cobrar en la jornada hay también tenedores argentinos de papeles, los que se afirma cobrarán lo que corresponde afirmó el gobierno en Buenos Aires.
Abogados buscan propuesta y se intenta acercar las partes
Mientras tanto los abogados de la causa argentina intentan una propuesta para negociar con los fondos buitres, en un escenario dominado por la incertidumbre, después que un intermediario dispuesto por el juez neoyorquino, intentara sin mayor resultado en principio, un acercamiento de las partes.
Los mercados han mantenido mientras tanto los papeles argentinos sin mayores cambios, lo que se interpreta como que los financistas entienden que habrá un acuerdo, pese a que nadie se atreve a determinar cual será el esquema para la liquidación de la deuda.
El gobierno había depositado la semana pasada US$832 millones, para enfrentar estas liquidaciones, de los cuales US$539 estaban en el Bank of New York para pagar tenedores de bonos con legislación extranjera.
Sin embargo el juez Griesa ordenó que el dinero volviera a Argentina, pero no lo embargó. Los argentinos dicen que tienen intención de pago, pero que el juez no lo permite, a lo que el magistrado responde que deben pagar también los US$1.330 millones que reclaman los fondos buitres.
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