En Uruguay hay seis escuelas rurales públicas de tipo internado, que reciben en total a unos 100 niños. Es una modalidad muy poco conocida, utilizada por familias que viven aisladas en el campo y que, si no fuera por estas escuelas, no podrían insertar a sus niños en el sistema educativo.
Subrayado visitó la escuela internado número 5 de Flores, cerca de Trinidad. Allí viven 20 niños de lunes a viernes. Son todos hijos de trabajadores rurales, que extrañan durante toda la semana, pero que son conscientes de la importancia de la educación para los pequeños.
En esta escuela los maestros, además de cumplir con su rol educativo, deben alimentar a los niños, levantarlos, acompañarlos a la hora de bañarse, de dormir... “es como si fueran nuestros hijos”, dijo Mirta Cabrera, la directora de esta escuela internado.
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