La situación del fútbol tras la renuncia del presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), Sebastián Bauzá, tuvo repercusiones políticas en el Frente Amplio. Ayer el vicepresidente Danilo Astori salió a cuestionar públicamente la “pérdida de soberanía” del fútbol uruguayo. Dijo que avala las recientes medidas adoptadas por el gobierno para preservar la seguridad en los espectáculos públicos, pero que esto no soluciona “los problemas de fondo”, que estaban “planteados antes de esta crisis”. “El fútbol debe gobernarse a sí mismo, sin injerencias de tipo político partidarias, sin injerencias económicas, y esa soberanía se ha perdido y se presenta asociada a la posición dominante de una empresa, que, como todos sabemos, es Tenfield, empresa que también ejerce su trabajo y su influencia en el fútbol uruguayo a través de los derechos de televisación de los partidos”, manifestó Astori. “En tanto esto se mantenga así, quien termina conduciendo al fútbol uruguayo es el poder económico, representado en este caso por esta empresa”, agregó.
Fuentes cercanas al presidente José Mujica descartaron que la salida de Astori sea un tiro por elevación contra Mujica, por su cercanía con el empresario Francisco Casal. Lo atribuyeron en cambio a que Astori tiene una “fijación” con Casal y especularon que el vicepresidente desea “desviar la atención” de la polémica que mantuvo con el ex presidente de ANCAP Raúl Sendic. Astori denunció un presunto arreglo económico de Sendic con el diputado salteño Andrés Lima para que éste dejara su alianza con Asamblea Uruguay e hiciera un acuerdo con el sector de Sendic. Ambos involucrados lo negaron, y las declaraciones del vicepresidente le valieron críticas en la interna del FA.
En cambio, fuentes cercanas a Astori afirmaron que el vicepresidente “salió públicamente porque sentía la necesidad de marcar su posición sobre algo que tiene ribetes escandalosos”. Señalaron que el detonante de la renuncia de Bauzá fue la negativa de la Mutual de Futbolistas Profesionales a que se jugara el partido Peñarol-Miramar Misiones debido a la falta de policías en el estadio. “El que tomó la decisión fue [Enrique] Saravia [presidente de la Mutual], y Saravia responde a Casal. El golpe de gracia [a Bauzá] se lo dieron ellos”, afirmaron las fuentes, en referencia a Tenfield. Consideraron además que es “impresentable” que Saravia encabece una lista del Espacio 609.
En el entorno de Mujica consideran que no fue un error disponer que la Policía no concurriera al estadio Centenario y afirman que eso no tuvo “nada que ver” con la renuncia de Bauzá. Evaluaron que el ex presidente de la AUF se fue porque no tenía el apoyo de los clubes. En el mismo sentido, ayer la ministra de Turismo y Deporte, Liliam Kechichian, dijo a El Observador que “fue muy claro que la quita de apoyo de los clubes provocó la salida del presidente de la AUF”. Sobre las declaraciones de Astori, la ministra evaluó que, más allá de que “la posición dominante de Tenfield es absolutamente clara”, “ninguno de los actores que tenemos que ver en este tema ayudamos si hacemos reflexiones individuales”.
En tanto, el Comité Ejecutivo del Partido Socialista emitió ayer un comunicado en el que defendió las medidas de seguridad adoptadas por el gobierno, lamentó la renuncia de Bauzá y alentó la “autonomía e independencia de los organismos deportivos”.
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