El Consejo Nacional Electoral (CNE) anunció el triunfo de la derecha en las elecciones legislativas de Venezuela y como primeras cifras que marcaban una tendencia irreversible, indicó que el chavismo había sacado 46 diputados y 99 la Mesa de Unidad Democrática (MUD). Faltaban adjudicar 22 diputados. El presidente Nicolás Maduro reconoció el resultado en unas elecciones que tuvieron 74,5 por ciento de participación. A despecho de los augurios apocalípticos de la derecha, Maduro destacó como otras veces la decisión democrática de las urnas. “Hemos demostrado siempre nuestra decisión de jugar limpio y reconocer los resultados, aunque nunca fuimos acompañados en esta actitud de hidalguía. Ha triunfado la constitución y la democracia”.
Los venezolanos aguardaban ansiosos los resultados oficiales de los comicios legislativos con los que la oposición se era favorita para lograr el control parlamentario, por primera vez en 16 años de gobierno chavista. Sin conocerse aún los datos oficiales, líderes de la alianza opositora MUD proclamaron un triunfo en las redes sociales.
Las calles lucían vacías. Los venezolanos esperaron en sus casas frente al televisor una declaración del Consejo Nacional Electoral (CNE), en cuya sede permanecía impaciente una batería de periodistas venezolanos y extranjeros, al igual que en los comandos de la oposición y el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). “Los resultados son los esperados! Ganó Venezuela! Irreversible! Con mucha humildad, serenidad, madurez, asumamos lo que el Pueblo decidió!”, escribió el líder opositor Henrique Capriles en su cuenta de Twitter. “Estamos a la espera de que el CNE proceda y pueda darle a Venezuela la noticia de que hoy ganó el pueblo venezolano”, declaró el candidato Julio Borges.
Dejando de lado por ahora sus divisiones, la MUD promete dar un viraje económico desde la Asamblea e impulsar una amnistía para los dirigentes opositores presos, sin descartar una salida anticipada del presidente. Durante toda la campaña, la coalición opositora quiso presentar estas elecciones como si fueran presidenciales y pudieran provocar un cambio drástico. Pero por su carácter de elecciones legislativas tienen un alcance en ese sentido más limitado porque se trata más de compartir el poder que de reemplazarlo.
Sin embargo, habrá que esperar los resultados definitivos para confirmar o no si la oposición logra una mayoría simple (84 diputados) o calificada (112), de un total de 167 escaños de la asamblea unicameral.
“Estos comicios dejarán una recomposición de fuerzas políticas y permitirán que la voluntad de castigo se pueda expresar”, anticipó el analista Nicmer Evans, afín a Chávez pero crítico de Maduro. Por su parte, el analista Luis Vicente León, presidente de la encuestadora Datanálisis, dijo temer un “choque de trenes” si se imponen los opositores más radicales.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, trazó la agenda de prioridades de la nueva Asamblea Nacional. “Sin lugar a dudas la tarea de la recuperación económica, de vencer la guerra económica, de atacar a los acaparadores, especuladores y los que esconden los productos, es una tarea central de la nueva Asamblea”, afirmó el mandatario, quien sufragó en un colegio del oeste de Caracas. Allí adelantó que convocará a reuniones de trabajo a los nuevos diputados a fin de establecer puntos de encuentro necesarios para el desarrollo del país y estimular un florecimiento de propuestas. El gobernante venezolano afirmó además que en la región fronteriza con Colombia que permanece bajo estado de excepción la jornada electoral cumplió con “el mayor clima de paz y libertad que ha tenido en mucho tiempo”.
Maduro afirmó que espera que los nuevos miembros del Parlamento “legislen para el pueblo, para la independencia nacional, para el desarrollo de una nueva economía productiva, no parasitaria, de cara al país, de cara a las comunidades, que respeten el poder popular”. En medio de la crisis económica que derivó en una escasez de dos tercios de los productos básicos y el aumento de la inflación, la popularidad del jefe de Estado se derrumbó al 22 por ciento, según Datanálisis.
La autoridad electoral venezolana ordenó extender el horario de votación en los comicios parlamentarios, lo que generó el rechazo de la oposición, que denunció que la medida viola la ley. El CNE decidió ampliar las votaciones hasta las 19 hora local (20.30 de Argentina), una hora más allá de la prevista para el cierre oficial, y que permanezcan abiertos los centros electorales que tengan personas en fila.
El dos veces candidato presidencial Henrique Capriles dijo luego de sufragar que los venezolanos no quieren que se genere un estallido social una vez que se conociera el resultado final. Capriles señaló que “los venezolanos no queremos una guerra, los venezolanos queremos que triunfe nuestro país, nuestra Venezuela” dijo el gobernador del estado Miranda. Autorizado por el propio Maduro, López votó en la cárcel de Ramo Verde, en las afueras de Caracas, donde purga casi 14 años de prisión acusado de promover la violencia en protestas que dejaron 43 muertos en 2014.
La misión de acompañamiento de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) reportó que las elecciones, en regiones fronterizas con Colombia, que se encontraban bajo estado de excepción, transcurrieron con total normalidad. Sobre el proceso electoral, el ex presidente dominicano Leonel Fernández, jefe de la comitiva de la Unasur, señaló: “Lo hemos visto normal, hemos preguntado si ha habido alguna restricción para el desplazamiento, para ejercer el voto, no hemos encontrado queja absolutamente de nadie”.
El presidente Maduro dijo que la próxima Asamblea Nacional tiene como prioridad la economía.
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