El Ministerio de Industria, Energía y Minería conmemoró 50 años del “Balance Energético Nacional”. Durante el evento el ministro interino, Guillermo Moncecchi, manifestó que dicho balance constituye “un ejemplo a seguir por su carácter público, confiabilidad, trabajo colaborativo y edición ininterrumpida, fundamental a la hora de definir los lineamientos estratégicos de la política energética”.
El Ministerio de Industria, Energía y Minería conmemoró 50 años del Balance Energético Nacional, en un evento que contó con la participación del ministro interino de la cartera, Guillermo Moncecchi; la directora nacional de Energía, Olga Otegui; la coordinadora de Gestión de la Información y Capacitación de la Organización Latinoamericana de Energía, Paola Carrera, entre otras autoridades.
Durante la jornada la presidenta y el director del Correo Uruguayo, Solange Moreira y Fernando Saralegui, presentaron un sello conmemorativo por el 50 aniversario del Balance Energético Nacional.
Por su parte, Alejandra Reyes, directora del área de elaborar el Balance Energético Nacional, expuso sobre los cambios que arroja el análisis de los distintos balances nacionales si se los compara a lo largo de estos 50 años”.
“En 1965 el petróleo representaba el 75% de la matriz primaria de abastecimiento de energía, es decir la que refiere a las fuentes empleadas para todos los usos. Medio siglo después, se logró superar el 50% del abastecimiento de esta matriz con fuentes de energía renovables y fortalecer la independencia energética”, ejemplificó.
En 2014 se superó esta meta de la política energética y se logró que las energías autóctonas alcanzaran el 55% de la matriz primaria. Si se considera la matriz de generación de electricidad por fuente las renovables elevan su participación al 94%.
El Balance Energético Nacional resume la información relativa a producción, transformación y consumo de energía, expresada en una unidad común durante un período determinado.
A lo largo de los años, se han producido variantes significativas en lo que respecta a la presentación de la información.
Las mejoras han apuntado a una mayor desagregación, tanto en las fuentes de energía como en los sectores de consumo.
Además, se han incorporado nuevos energéticos y centros de transformación. Asimismo, se procura facilitar la interpretación de los resultados para favorecer el acceso a la información. Se ha incluido información relativa a la tasa de electrificación y las emisiones de CO2.
Con la edición 2015 de dicho Balance, que da a conocer los resultados del año 2014, Uruguay se convierte en el único país de América Latina y el Caribe que cuenta con una serie tan extensa de balances energéticos publicados en forma ininterrumpida y pública.
Certezas
Moncecchi destacó que con dicha secuencia histórica de datos públicos, pionera a nivel regional, “Uruguay da certezas en la estabilidad de la información que está generando, al tiempo de incorporar cosas nuevas sin que dejen de ser comparables”.
Como desafío para mencionó que “se debe trabajar para extender este ejemplo a otras áreas, con el fin de fundar en forma sólida las estrategias políticas”.
Por su parte, la directora nacional de Energía, Olga Otegui, se refirió a la “mejora continua de su metodología y presentación de la información, que se evidencia en una mayor desagregación de los datos”.
Es así que en el sector residencial se accede a los datos discriminados en Montevideo e interior; en el industrial se presentan por ramas de actividad y en transporte se especifican a qué modalidades pertenecen.
La coordinadora de Gestión de la Información y Capacitación de la Organización Latinoamericana de Energía, Paola Carrera, felicitó a Uruguay y calificó el acontecimiento como de “alta relevancia para la región”.
“El Balance Energético Nacional constituye una base estadística que posee un soporte científico importante para el diagnóstico, prospección y planificación energética de los países”, indicó Carrera.
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