El tacuaremboense visitó El Observador TV y habló sobre el tipo de artista que le interesa ser; dijo que cumple 40 años y se siente joven
Dani Umpi pasó por El Observador TV para recorrer su carrera de la mano de Cecilia Bonino, quien ya había entrevistado al artista multidisciplinario hace 10 años. Durante la entrevista hablaron sobre la personalidad que el artista busca y sus diferentes realizaciones.
Umpi, quien cubre tanto la música, como las artes visuales y la literatura, afirma que es difícil definirse. Sin embargo, no se siente solo. “A muchos nos pasa eso. Hacemos muchas cosas a la vez”, dijo.
Umpi, quien cubre tanto la música, como las artes visuales y la literatura, afirma que es difícil definirse. Sin embargo, no se siente solo. “A muchos nos pasa eso. Hacemos muchas cosas a la vez”, dijo.
Si bien está a punto de cumplir los 40 años, Umpi se sigue sintiendo joven. “Tengo que crecer más. Mi abuela dice que tengo la misma ropa que hace 20 años. Nunca me preocupo por eso”, afirmó. “Estoy feliz con lo que hago. Siempre voy de un lado a otro. Y eso tiene que ver con mi forma de ser”.
Desde chico, Umpi se burlaba de sí mismo para protegerse de la mirada de los otros. “Buscaba llamar la atención y me ponía del lado de los raros o los terribles”, contó.
Como artista, Umpi sigue ubicándose en ese lugar: el del artista que se burla de sí mismo.
Como artista, Umpi sigue ubicándose en ese lugar: el del artista que se burla de sí mismo.
“Me interesan esas personalidades que construyen un imaginario alrededor. Que construyen fantasías. Me interesa la figura del rechazado, del artista de redención”, explicó. “Me gusta mucho lo artificioso, el melodrama, la pose”.
Si bien puede reírse de sí mismo e invitar al público en su parodia, Umpi afirma que no se siente cómodo en el rol de cómico. “Estoy abierto a la diversión, pero si trato de estar en el lugar del humorista no me funciona”, dijo.
Su primer intento como músico fue con un disco grabado durante ensayos con el guitarrista Adrián Soiza y una carátula fotocopiada. Umpi se sentía cómodo en esa filosofía do it yourself inspirada en artistas del hardcore como Boom Boom Kid y las ya casi añejas fanzines, esas revistas para fanáticos. “Creo que es algo generacional. Para mí esa era la manera de conocer y vincularte con artistas que también hacían eso”, contó.
Luego vinieron producciones cada vez más profesionales, desde su primer disco, Perfecto, editado en 2006, hasta Mormazo, su tercer álbum de 2011. En el medio publicó varios libros, incluyendo un cuento infantil, El vestido de mamá y su más reciente novela, Un poquito tarada.
“Aunque soy bastante espontáneo y me guío mucho por los impulsos, veo que hay un hilo conductor, es coherente”, dijo sobre su carrera. “No sé si encontré mi voz enseguida, pero los temas que me interesaban los volqué rápidamente en todos los soportes”, concluyó.
En sus últimos trabajos comenzó a volcar otros intereses que hasta hace poco mantenía ocultos por temor a que no estuvieran tan acordes al personaje pop de Dani Umpi. La metafísica, la alquimia, la numerología y la cábala se permearon tanto en Mormazo como en Un poquito tarada y se hacen visibles en sus shows en vivo. “Eso para mi fue una segunda salida del closet”, afirmó.
El resto del año Umpi seguirá viajando y ofreciendo shows en Brasil y en octubre volverá a México –estuvo en marzo para participar del festival Vive Latino y realizó varios shows junto a la banda local Descartes a Kant– para grabar su cuarto disco. Asimismo su primera novela, Aún soltera, está siendo adaptada para una versión cinematográfica
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