¿Qué es el bullying?, ¿cuándo se da?, ¿cómo frenarlo?. El acoso escolar es una problemática real a nivel mundial que se está empezando a abordar en Uruguay.
¿Quién no ha oído hablar de bulliyng últimamente?. Como palabra está en pleno auge y su uso está magnificado. Es utilizada por todo el mundo incluso en forma de broma, por ejemplo en charlas entre amigos siempre alguno dice “me están haciendo bullying” entre risas por alguna burla aislada y particular. Pero ¿qué es realmente el bullying?.
Bully traducido al español quiere decir algo así como “matón”, “brabucón” y bullying es lo que llevan a cabo esos “bullys”. Su concepto requiere básicamente a la intimidación, al maltrato físico y/o psicológico que se produce (generalmente) entre escolares y liceales de forma reiterada y a largo plazo a través de burlas, agresiones o exclusiones que pueden terminar generando grandes daños en la víctima.
Hay distintos tipos de bullying pero todos buscan la aprobación del resto. Hay uno o varios hostigadores que ridiculizan a un niño o adolescente en busca de risas, aplausos o festejos de los demás. El acoso que se da mano a mano entre la víctima y el victimario no entraría dentro de esta definición.
Entre los tipos de bullying podemos encontrar:
Verbal: insultos, menosprecios, resaltar los defectos físicos, etc
Físico: empujones, patadas, o agresión física a los objetos de la víctima, robarle, esconderle sus cosas, etc
Psicológico: minimizar la autoestima de la víctima, generarle temor, etc
Social: exclusión, aislar a la persona del resto del grupo
Físico: empujones, patadas, o agresión física a los objetos de la víctima, robarle, esconderle sus cosas, etc
Psicológico: minimizar la autoestima de la víctima, generarle temor, etc
Social: exclusión, aislar a la persona del resto del grupo
Este tipo de actitudes han sido siempre muy populares en Estados Unidos y los índices de acoso escolar por esos lados son muy altos. No hay película o dibujo animado norteamericano donde no aparezca alguna clara escena de bullying. Ser gordo, ser flaco, ser afrodescendiente, ser muy blanco, muy alto, muy bajo, tener rulos, granos incluso hasta ser rubio y de ojos celestes, puede ser objeto de burla para el resto. Cualquier característica, no sólo física sino también de personalidad o religión puede ser tomada por uno o varios de los integrantes del grupo para comenzar a acosar.
Desde hace algunos años el tema ha tomado importancia a nivel de adultos para empezar a tomar cartas en el asunto ya que las consecuencias para un niño/adolescente víctima de bullying pueden ser muy serias. En ese sentido se trabaja para llegar tanto a las víctimas como a los hostigadores sobre lo que es el acoso escolar y lo que puede provocar el rechazo de un grupo en etapas fundamentales de la vida de una persona como son la niñez y la adolescencia.
Michael Pritchard, un humorista de Estados Unidos realiza stand – up dirigidos a niños, jóvenes, padres y maestros en los que tiene como tema central al bullying. Él lleva a través de historias gráficas y “graciosas” a reflexionar a los espectadores sobre lo que puede haber detrás de quien está siendo expuesto constantemente a burlas o agresiones por parte de sus propios compañeros. Además utiliza la palabra espontánea tanto de víctimas de bullying, que cuenten su sentir, como de quienes lo ejercen para que en su relato entiendan lo que de verdad están provocando.
¿Qué pasa en Uruguay?
El bullying no es algo que se da sólo en Estados Unidos o Europa, aunque en esos países desde hace tiempo se tiene en cuenta como una problemática real y se trabaja en el tema.
En todas partes del mundo existen personas que buscan aprobación humillando a otras y Uruguay no es la excepción. A mayor o menos escala en muchas escuelas y liceos de todo el país se dan casos de bullying. Como dijimos tanto un aspecto físico como una creencia o simplemente el modo de ser de cada uno puede convertirse en un objeto de burla que quien lo ejerce sabe aprovechar.
En Uruguay se realizó el año pasado la primera investigación específica sobre este tema a través del Consejo de Educación Secundaria (CES) y UNICEF denominada “Bullying. Expriencias y dimensiones del acoso escolar” para conocer qué es lo que sucedía en los liceos públicos del país y poder trabajar a partir de los resultados en la formación de los docentes sobre el tema, y puedan estar informados y capacitados para actuar frente a estos casos.
Si bien muchos pueden expresar que casos de acoso escolar hubieron siempre “y sin embargo la gente siguió adelante”, la diferencia ahora es que la situación está conceptualizada y eso permite tratar la temática y asumirla como una problemática que existe.
Las situaciones de bullying tienen incidencia principalmente entre los 10 y los 16 años. En este caso la investigación en Uruguay se llevó a cabo con alumnos del primer ciclo de secundaria, a través de un cuestionario utilizado en Europa para el tema, adaptado a nuestro país respondido por 3000 estudiantes de 24 liceos públicos de todo el país.
Como resultado se encontró que un 12% se reconoce víctima de bullying y un 6% como agresor de sus compañeros. Una cifra que puede ser baja en comparación con otros países pero que lleva a trabajar y orientar a la población sobre el tema. Además mostró que el bullying en Uruguay se manifiesta principalmente por medio de la agresión verbal, y no muestra diferencias significativas entre hombres y mujeres a la hora de resultar víctimas, pero que el sexo masculino prevalece en cuanto a los agresores.
Juan Carlos Noya fue uno de los docentes que llevó a cabo esa investigación en Uruguay y desde LARED21 hablamos con él sobre el tema, del cual hizo principal hincapié en que lo importante primero es determinar ¿cuándo es bullying?.
En ese sentido explicó que no todo aquel que recibió alguna vez una agresión verbal o física, exclusión social, etc se transforma en víctima de bullying sino que esas cuestiones tienen que darse repetidas en el tiempo.
También habló de que el acoso es una situación grupal. Además de la víctima y el acosador están los cómplices, los que festejan, los indiferentes, los posibles defensores que les molesta la situación pero que por temor o porque no saben cómo actuar no hacen nada, y aquellos que sí se animan a hacer algo.
En relación a eso explicó que la capacitación de los docentes a la hora de abordar el bullying tiene que ver más que nada con llegar a esos posibles defensores, generar empatía y que los propios compañeros tomen consciencia y actúen frente a esas situaciones. Teniendo en cuenta que tanto la situación de la víctima como del agresor escapa de las manos del docente, porque ambos llegan a ese lugar por características especiales de su personalidad que lo llevan a estar allí. Noya explicó que las características del afuera de las personas siempre van a ser resaltadas, aunque sea una vez, por otros y que muchas veces dependerá de cómo responda el atacado ante la primera vez que le dicen “gordo” en que se convierta en una víctima de bullying o no. La inteligencia emocional de los niños y adolescentes ante estas situaciones juega un rol fundamental.
La investigación realizada por el CES y UNICEF también reveló que las familias juegan un papel importante en cómo son los chicos dentro de las aulas. Los resultados arrojaron datos de que los estudiantes cuyas familias están más involucradas en sus vidas son menos propensos a ser agresores en situaciones de conflicto escolar, mientras que la relación entre el menor involucramiento familiar y la posibilidad de ser más agresivo se aprecia para todas las formas de agresión.
¿Cómo reaccionar ante un caso de bullying?
Una de las medidas a tomar que valoraron los investigadores del tema es animar al chico, primero a que hable de la situación, ya que un 24% reveló que no habla con nadie porque los desborda la situación y tienen miedo a la represaría. Y luego a que hable en un mano a mano con el agresor de que le duele lo que le dice y/o hace, resaltando la importancia de hacerlo a solas ya que en público difícilmente el agresor se baje de su postura en la que busca la complicidad de los demás.
En ese sentido también se recomienda a los docentes que presencian una situación de bullying, intervenir, sancionar si es necesario, y luego hablar por un lado con la víctima y por otro lado con el agresor ya que la víctima no va a hablar delante de quien lo agrede permanentemente. La mediación entre ambas partes está contraindicada para estos casos porque no existe una relación de igualdad.
En la investigación también se tuvo en cuenta lo que se conoce como “cyberbullying”. Noya y el equipo que trabajó en el tema brindaron suma importancia a lo que son las redes sociales en la vida de los niños y adolescentes ya que allí también se dan casos de acoso y el elemento vinculante entre ellos generalmente es el liceo. Los docentes explicaron que con el avance de las tecnologías la convivencia física se traslada al ámbito virtual donde continúan o se inician casos de discriminación, maltrato, exclusión y burlas reiteradas ya sea con insultos, publicaciones de fotos retocadas de la víctima, exclusión de los grupos, cuentas falsas, hackeos, etc. Y que esas situaciones también deben ser tenidas en cuenta porque no dejan de ser casos de hostigamiento que pueden tener consecuencias en las víctimas.
Por otro lado, con el fin de generar sensibilización y sobre todo empatía entre estudiantes, la Mesa Permanente de Estudiantes de Bachillerato con el apoyo del CES y UNICEF realizó afiches sobre bullying con el lema “todos somos víctimas”.
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