(Julyssa Reynoso, embajadora de los Estados Unidos de América tras una conferecnia de prensa en la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores / Foto: Pedro Rincón (archivo julio de 2013)
Hoy a las 12.00 en la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores habrá una reunión para evaluar la posible llegada de presos de Guantánamo a Uruguay, en la que participarán el vicecanciller, Luis Porto, un representante de Naciones Unidas y otro del Servicio Ecuménico para la Dignidad Humana (SEDHU), que trabaja con refugiados. La ex vicecanciller Belela Herrera, quien también estará presente en el encuentro, valoró que el “gesto” del gobierno uruguayo es “absolutamente humanitario”. Representantes de la organización judía B’nai B’rith se reunieron ayer con la embajadora de Estados Unidos en Uruguay, Julissa Reynoso, para expresarle su preocupación por el eventual traslado.
Que si vengo, que no voy
Mujica confirmó ayer a En perspectiva que tiene fecha fijada de reunión con el presidente Barack Obama para el 12 de mayo en Estados Unidos, pero dijo que no sabe si asistirá. “Cuando se termine este asunto [sobre Guantánamo] voy a tomar una decisión. Hoy en día estoy en un 80% decidido a no ir. Estamos en año electoral y todo se utiliza, y creo que no será conveniente”, consideró el presidente. Según fuentes diplomáticas, los temas de conversación en el encuentro serán la eliminación de las visas para los uruguayos que quieran ingresar a Estados Unidos, la candidatura de Uruguay como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para 2016-2017 -que Estados Unidos ve con buenos ojos, según las fuentes-; una solicitud de Uruguay para abrir el mercado estadounidense al ingreso de carne ovina con hueso y de semen de toro; una solicitud de Estados Unidos para vender mollejas a Uruguay; y acuerdos en materia de intercambios educativos. También estarán en la conversación la situación de Venezuela, la Organización de Estados Americanos y las misiones de paz.
Todavía no está confirmado el número de presos que vendrían en calidad de refugiados a Uruguay, porque aún no se terminó el proceso de selección, pero rondaría los cinco. En cuanto a las nacionalidades, se trata de sirios y de un palestino. El gobierno uruguayo ya se entrevistó con los “candidatos” a refugiarse en Uruguay. Cuando culmine la selección, la administración de Barack Obama deberá notificar al congreso estadounidense los nombres y su país de refugio. Uruguay haría lo propio mediante una nota diplomática.
Según las conversaciones que mantuvieron ambos gobiernos, los presos se acogerían al estatus de refugiados previsto en la normativa interna uruguaya, lo que implica que podrán salir libremente por las fronteras. Más allá de esto, el gobierno de Estados Unidos solicitó a su par uruguayo que realice un seguimiento policial a estas personas, ya que entiende que, en caso de suceder algo, el primer blanco de críticas será el propio gobierno de EEUU. El mensaje de la administración de Obama a sus pares latinoamericanos es que el traslado es una forma de “ayudar a cerrar” la cárcel de Guantánamo.
Un análisis realizado por la administración de Obama en 2010 concluyó que, de 153 presos que actualmente están recluidos en la cárcel de Guantánamo, 78 son considerados de alto riesgo y 76 no lo son. Los 78 considerados de alto riesgo no serán transferidos. La intención de Obama es someterlos a juicio en un tribunal estadounidense, pero para eso precisa la aprobación del Congreso de ese país. En cuanto a los 76 que se entiende que no comportan riesgo, se está conversando con distintos países, entre ellos cuatro sudamericanos. El gobierno estadounidense no traslada a estos prisioneros a sus países de origen cuando en ellos existen guerras civiles, como en el caso de Siria.
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Al Ártico
El ministro de Defensa Nacional, Eleuterio Fernández Huidobro, sabía desde “hace un tiempo” del pedido de Estados Unidos para que Uruguay reciba a presos de la cárcel de Guantánamo. “El presidente me avisó que estaba en eso y guardé profundo silencio, porque estas cosas, para que prosperen bien, tienen que tener cierta reserva”, dijo ayer en rueda de prensa. Consideró “una poquedad” la preocupación por “andar averiguando si tienen certificado de vacuna y BPS [Banco de Previsión Social] al día”. “Estamos en una situación de violación de cuanto derecho pueda uno imaginarse, [se trata de] personas en situaciones oprobiosas de cautiverio, y entonces no podemos andar averiguando si tienen libreta de chofer. Hay que sacarlos de donde están y después se puede hablar de cualquier otra cosa”. El ministro comparó la situación con su experiencia cuando fue preso político: “Si a mí, cuando estaba preso, en las condiciones en que estaba, me hubiesen ofrecido irme con los osos al Ártico, hubiera agarrado viaje encantado”.
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