Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones aceptó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) presente un informe en el juicio entre la tabacalera Philip Morris y el Estado uruguayo por las políticas antitabaco, teniendo en cuenta la “contribución, conocimiento y experiencia de un organismo calificado como la OMS”.
El tribunal internacional emitió una resolución en las últimas horas en la que acepta la petición de Uruguay de que la OMS presente un informe propio en el juicio que entabló la tabacalera, por considerar que ello puede ser “beneficioso para su toma de decisiones teniendo en cuenta la contribución del conocimiento particular y experiencia de un organismo calificado como la OMS”, según informó Montevideo Portal.
En febrero de 2010 Philip Morris inició la demanda contra Uruguay, por un monto de 25 millones de dólares, al alegar que existió una “violación del Tratado bilateral de inversión entre Suiza y Uruguay” a raíz de la política antitabaco del primer gobierno de Tabaré Vázquez.
Sin embargo, Uruguay ha recibido elogios de parte de la propia OMS y activistas antitabaco en todo el mundo.
Buena noticia
En ese marco, el ex prosecretario de Presidencia, Diego Cánepa, dijo que la decisión del tribunal “es una muy buena noticia para los intereses de Uruguay, dado que desde el primer momento la estrategia fue trabajar muy en conjunto con la OMS”.
Cánepa agregó que la decisión es un “triunfo enorme” para la posición de Uruguay.
Nuestro país cuenta con el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y del alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg.
Además de la prohibición de fumar tabaco en lugar públicos cerrados, Uruguay también determinó que la mayor proporción de las cajillas de cigarrillos deben exhibir pictogramas con las efectos perjudiciales del tabaco para la salud.
También se prohibió la publicidad en los medios de comunicación y que cada marca tuviera una sola presentación de producto, es decir, eliminó el uso de palabras como “light” o “suave” por considerar que inducen a pensar que se trata de algo “menos dañino”.
Con posterioridad se prohibió la publicidad en los comercios.
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