El Banco Interamericano de Desarrollo aboga por la receta del recorte fiscal para la mayoría de los países
De derecha a izquierda, el presidente del BID, Luis Alberto Moreno; el ministro de Bahamas, Michael Halkitis, y el de Corea del Sur, Choi Kyung Hwan. / EFE
José Ignacio recorre barrios del Gran Buenos Aires (periferia) con su bicicleta para ofrecer detergente y otros productos de limpieza que compra a granel y fracciona en botellas de refrescos de medio litro. También subsiste con algunas tareas de albañil y con las asignaciones estatales que recibe por sus dos hijos, de 65 euros mensuales por cada uno. Teme que en las elecciones presidenciales de Argentina, de octubre próximo, gane algún candidato que quiera eliminar ese subsidio, pese a que todos los candidatos prometen mantenerla. Lo que puede suceder es que se recorte. Por lo menos eso es lo que sugiere el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en el informe macroeconómico que difundió este domingo en Busan, Corea del Sur, uno de los países donantes de la entidad y sede de la reunión anual de 2015.
En su informe, el BID prevé un escenario base en el que Latinoamérica crecerá al 2,7% anual entre 2015 y 2017, por debajo del 4,7% del periodo 2003-2008, cuando se apreciaban las materias primas que la región exporta y antes de que la crisis mundial destrozara todos los pronósticos. Esos cálculos se basan en la perspectiva de una recuperación de EE UU, un bajo crecimiento de la Unión Europea y una desaceleración de China. Pero si el escenario internacional empeora, la economía latinoamericana solo crecería un 1% anual durante los dos próximos años. Si al menos EE UU empuja en un contexto negativo para el resto de las regiones, la expansión alcanzaría el 1,3%, según el BID.
"América Latina y el Caribe se enfrentan a varios años de crecimiento relativamente lento y a algún riesgo macroeconómico potencialmente grave", advierte el documento que coordinó el asesor principal de economía del BID, el británico Andrew Powell, considerado un liberal. El reporte advierte sobre el impacto del nuevo contexto en las deudas de las grandes empresas latinoamericanas y, por consiguiente, en sus sistemas bancarios.
"Los menores precios de las materias primas y un mayor gasto inflexible amenazan con erosionar avances", advirtió el economista jefe del BID, el español José Juan Ruiz. "Los países deberán encontrar la forma de incrementar sus ingresos y mejorar la eficiencia del gasto, y a la vez proteger sus logros sociales", añadió.
El informe explica como "la mayoría de las economías de América Latina y el Caribe no se encuentran en posición de pensar en políticas contracíclicas" para contrarrestar la desaceleración económica "y actualmente contemplan cómo reducir los déficit fiscales". Entre las excepciones figuran Perú, Colombia, Chile y Guatemala, según el BID.
El documento dedica uno de sus ochos capítulos a recomendaciones sobre ajustes del gasto social. "En salud, la región se ubica entre 12 y 44 puntos porcentuales por debajo de las naciones más eficientes en generación de una expectativa de vida saludable con los recursos disponibles. En educación, el gasto se elevó desde el 4,2% del PIB al 5,6% del PIB en 13 años, con pocas evidencias de una mayor efectividad", enumera el BID.
El banco también critica las ayudas a los más necesitados pobres como las que recibe el vendedor del Gran Buenos Aires. El BID señala que tendrían que focalizarse solo en las víctimas de la pobreza extrema y que "en varios países el valor de las transferencias han aumentado hasta el 40% del ingreso de los hogares", pero ese nivel "debería ser de una magnitud razonablemente modesta, no superior al 20% o 25%". Tampoco se priva de objetar los "altos costes laborales asociados al salario mínimo", que también mejoró en los últimos años en la región.
A los países con mayor recaudación tributaria, como Brasil y Argentina, el banco les recomienda la eliminación de exenciones impositivas y el recorte de gasto "ineficiente". A los de baja carga fiscal y poco gasto público, como los de América Central, les advierte de que será difícil reducir subvenciones. El BID además advierte sobre el elevado el fraude fiscal en toda la región: "El porcentaje de contribuyentes registrados que no presentan su declaración es de hasta una tercera parte de todos los contribuyentes activos, tanto para el IVA como para el impuesto sobre la renta (personal e impuesto de sociedades) y el porcentaje de contribuyentes que son inspeccionados y auditados son solo una pequeña fracción de los contribuyentes activos".
ALEJANDRO REBOSSIO Buenos Aires
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