jueves, 29 de mayo de 2014

Su amor, su cómplice y todo

Los restos de Mario Benedetti recibieron sepultura definitiva junto a su esposa Luz López Alegre en el Cementerio Central, después de pasar cinco años en el Panteón Nacional. Daniel Viglietti definió el traslado como una forma de "conjurar a la muerte y oponerle un gesto de infinitud, de simbólica continuidad del hondo sentimiento que unió durante seis décadas a Luz y Mario".


En ausencia de Mario y de Luz, respondemos al mandato expresado por nuestro escritor de que sus restos y los de su entrañable compañera de vida se reúnan", expresó Daniel Viglietti, amigo íntimo de Benedetti y con el que compartió escenario en numerosas ocasiones, durante la ceremonia de traslado.
Autor de más de ochenta libros de poesía, novela, cuentos y ensayos, Benedetti falleció en su casa de Montevideo el 17 de mayo de 2009, y desde entonces reposaba en el Panteón Nacional del Cementerio Central, lugar de honor reservado a personajes destacados de Uruguay.
Mientras, el cuerpo de su esposa, que murió en 2006 tras una larga enfermedad, descansaba en un nicho propiedad de la familia, según aclaró a los medios el ex secretario personal de Mario Benedetti y presidente de la Fundación que lleva su nombre, Ariel Silva.
Benedetti y López Alegre se conocieron durante su juventud, se casaron en 1946 y estuvieron unidos durante más de 57 años, separados en algunos intervalos por el exilio al que se vio forzado el escritor durante la dictadura.
Precisamente este exilio, así como los viajes y reencuentros de la pareja, fueron tema central de muchos de los poemas y relatos de Benedetti, tal y como recordó la intendenta Ana Olivera, presente también en la ceremonia.
Mencionó además que una gran parte de los libros de Benedetti llevan en su primera página la dedicatoria "a Luz", a la que el escritor se refirió en alguna ocasión como a su "mengana particular".
"El compromiso de la ciudad de Montevideo es retribuirles a Mario y a Luz todo lo que nos dieron", afirmó Olivera.
El féretro de Benedetti y la urna con los restos de López Alegre comparten desde este jueves el nicho 148 del Cementerio Central de Montevideo, cerrando así un capítulo más de su "vida en común y en extraordinario", tal y como la definió el autor uruguayo en su poema "Bodas de perlas".

Fuente. EFE
http://www.montevideo.com.uy/

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