Los europeos se despertaron ayer con resaca electoral. El resultado de las elecciones al Parlamento Europeo que terminaron el domingo, y en las que votaron los 28 países de la Unión Europea (UE), no dejaron un ganador claro, salvo a los euroescépticos.
El Partido Popular Europeo, de derecha, recibió 28,23% de los votos y obtuvo la mayoría de los escaños -212 bancas de 751- pero perdió 53 diputados respecto de 2009. El otro gran partido europeo, el de los Socialistas y Demócratas (S&D) creció, pero sólo en dos bancas: de 184 a 186. Ninguno de los mayores bloques parecía poder festejar.
La abstención, que no dejó de subir desde la primera elección, en 1979, se mantuvo alta, en 43,11% (había sido de 43% en 2009). Algunos analistas esperaban que creciera por el descontento de los votantes hacia las políticas de la UE, pero ese malestar se transformó en aquellos que lo transmiten en su discurso: los partidos euroescépticos. Los nacionalistas y la ultraderecha de varios países, aunque no forman una bancada, pasaron de 26 a 105 escaños. Otro sector que manifiesta reservas respecto de la UE, la Izquierda Unitaria Europea, pasó de 35 a 43 diputados.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, así como varios jefes de Estado, mostraron su preocupación ayer ante la expansión de los extremos críticos con el proyecto europeo. “Tienen en común declararse antiglobalización, contra la inmigración, los extranjeros. Es un terreno fértil para el populismo, el extremismo y el proteccionismo”, dijo Barroso, según citó la agencia de noticias Efe.
En Francia, el ultraderechista Frente Nacional fue el partido más votado, con 25% de apoyo, y pasó de tres escaños a un número que podría ir de 23 a 25. El Partido Socialista (miembro de S&D) quedó en tercer lugar, con 14,7%, perdió un diputado y se quedó con 13. Por su parte, la derechista Unión por un Movimiento Popular (del PPE) llegó segunda, con 20,3% de los votos, pero perdió diez bancas y se quedó con 19.
Entre los sectores políticos británicos, el más votado fue el Partido para la Independencia de Reino Unido (UKIP), una agrupación populista de derecha, que obtuvo 27,5% de los votos y 23 escaños. Los tradicionales partidos británicos quedaron relegados en un empate y tendrán 18 bancas cada uno; los laboristas con 25,4% de los votos y los conservadores con 23,9%.
Sin embargo, el PPE y su candidato a presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, reivindicaron una victoria, mientras que S&D y su candidato, Martin Schulz, anunciaron que buscarán una mayoría para quedarse con el liderazgo de la CE. “El PPE es el gran perdedor de estas elecciones, el PPE que ha dirigido Europa durante los últimos cinco años y durante una crisis extremadamente profunda que ha afectado a millones de europeos”, dijo ayer el presidente de S&D, Sergei Stanishev.
En España, ganó el Partido Popular (del PPE), que obtuvo 26% de los votos y redujo de 24 a 16 sus diputados, y en segundo lugar quedó el Partido Socialista Obrero Español (del S&D), que recibió 23% de los sufragios y pasó de 24 a 14 escaños. La gran sorpresa llegó por la izquierda. La coalición Izquierda Plural, que integra Izquierda Unida, fue la tercera fuerza más votada con 9,99% de los votos, mientras que el partido surgido del movimiento de “los indignados”, el recién creado Podemos, trepó hasta 7,97% de los votos y llegará por primera vez al legislativo europeo con cinco representantes.
En Italia ganó el Partido Democrático con 40,8% (39 bancas), mientras que el “antisistema” Movimiento 5 Estrellas de Bepe Grillo llegó segundo, con 21,15% (17 diputados). Forza Italia, de Silvio Berlusconi, quedó tercero, con 13 escaños y 16,81% de los votos.
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