Durante varios días del mes de agosto del año 1952, tras salir del puerto francés de Cannes rumbo a Montevideo y Buenos Aires y después de tres años de exilio, el gran poeta chileno, Pablo Neruda estuvo desaparecido. Mientras lo buscaban, el había encontrado refugio en un lugar con nombre premonitorio, Atlántida, que rebautizó con el único fin de mantener el anonimato con un anagrama, Datitla.
A 40 kilómetros de Montevideo, en un bello y tranquilo balneario uruguayo, en la casa del arquitecto y cineasta Alberto Mántaras y su esposa Olga, Neruda que estaba casado, no estuvo solo, lo acompañaba su por entonces amante, Matilde Urrutia, la mujer junto a la cual moriría años después en 1973 y a quien ya en esa fecha le había dedicado de manera clandestina su gran libro “Los versos del capitán”.
Aunque Neruda y Matilde visitaron en dos ocasiones Atlántida la mayoría de los escritos que narran esta historia, sitúan erróneamente el sitio donde pasaron sus vacaciones en una casa de tres pisos, estilo Liberty, situada en la Rambla en una esquina frente al mar, donde una vez funcionó un museo dedicado a su memoria, pero la realidad es que Neruda solo utilizaba su biblioteca para encontrarse con amigos.
Separada por unos metros, y a mediado de cuadra, está la verdadera casa que cobijó los amores de Neruda y Matilde Urrutia.
“La casa de la añorada soledad”, como el mismo la nombró pertenece hoy a Lino Martínez y a su esposa Elda.
Cuando la compraron ellos no conocían la historia. Fue después de firmar el traspaso de la propiedad que les hablaron sobre el ilustre huésped, premio Nobel de Literatura que había habitado la propiedad.
Al calor de este mismo hogar Neruda escribió sus versos.
Lino rescató la casa del abandono y él mismo se encargó de volver a colocar en el jardín, el nombre con el cual Neruda bautizó la casa.” Datitla”, en el lugar en el cual el poeta chileno y su amada comenzaron su libro- herbario Oda a las flores de Datitla. "versos de Pablo Neruda; herbario de Matilde". El libro escrito a mano con la inconfundible letra del poeta e ilustrado por Matilde con plantas que ambos recogieron, permaneció inédito en su casi totalidad durante cerca de 50 años. La obra le fue regalada a Alberto Mántaras, en agradecimiento a su hospitalidad.
Hace apenas unos meses, la intendencia de Canelones, la Dirección de Turismo y la Cámara de Turismo inauguraron un sencillo monumento que recuerda al chileno frente a la verdadera casa, sobre el paseo peatonal .También se inauguró en la ciudad, una Casa de la Cultura con el nombre de Pablo Neruda.
Los versos del poeta vuelven a sonar dulces este verano en Atlántida acompañados de una copa de un buen vino Tannat, uruguayo…
"Y cuando
de regreso
brilló tu boca bajo los pinares
de Datitla y arriba
silbaron, crepitaron
y cantaron
extravagantes
pájaros
bajo la luna de Montevideo, entonces
a tu amor he regresado
a la alegría de tus anchos ojos;
bajé, toqué la tierra
amándote y amando
mi viaje venturoso".
de regreso
brilló tu boca bajo los pinares
de Datitla y arriba
silbaron, crepitaron
y cantaron
extravagantes
pájaros
bajo la luna de Montevideo, entonces
a tu amor he regresado
a la alegría de tus anchos ojos;
bajé, toqué la tierra
amándote y amando
mi viaje venturoso".
Tomado de: http://vinoxella.blogspot.com/
la casa frente al mar es mía y tiene 5 pisos los 3 que se ven y dos que no
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