Emilia Pérez
BBC Mundo, Montevideo
Luciano Cardoso creció sin ver jamás una murga transitar por las calles, pero el carnaval lo llevaba en la sangre, gracias a que sus padres –exiliados uruguayos en Francia- le trasmitieron desde niño el amor por esta fiesta popular de América del Sur.
Un día, esa pasión por la celebración callejera, de la que Uruguay hace un culto cada verano, derivó en inquietud académica.
Estaba estudiando sociología en la Universidad de París-Sorbonne cuando decidí escribir mi tesis sobre el uso y la apropiación del espacio por la gente durante el carnaval. Y vine a hacer mi investigación aquí en Montevideo", dice a BBC Mundo.
En la capital uruguaya, los secretos del carnaval tienen un espacio en la universidad, donde Luciano cursó el flamante Diploma en Carnaval y Patrimonio.
Dicho título es el puntapié inicial de la recientemente inaugurada Cátedra de Carnaval de la Universidad de la República, que surgió este año de un convenio entre la intendencia de Montevideo y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
"Cuando me enteré de la existencia de esta cátedra, me di cuenta que era una oportunidad que no podía dejar pasar. Mi investigación la comencé en octubre y me tenía que quedar hasta junio, pero como el comité de la cátedra de carnaval me seleccionó para integrar la clase, decidí quedarme un año más. Hasta el carnaval próximo", cuenta Cardoso.
Tradición teatral
El carnaval en Uruguay se realiza todos los años entre mediados de enero y finales de febrero, y combina festividades tanto de origen europeo como de raigambre africana.
Es considerado por muchos como "el carnaval más largo del mundo", de unos 35 días de duración
Tiene la particularidad de que es muy teatral (se realiza sobre escenarios llamados tablados), a la vez que crítico: los conjuntos no sólo hacen reír, sino que expresan reclamos y denuncias.
"La cantidad y variedad de propuestas que presenta el carnaval uruguayo lo hacen diferente de los demás. En Brasil se presentan escuelas de samba que desfilan en la calle, pero en nuestro carnaval en una misma noche y sobre un escenario podemos ver actores, bailarines, candombe, humor, música y protesta social", compara Magela Garrido, otra de las alumnas del diploma.
Carnaval y fútbol
Entre los estudiantes también se encuentra Roberto Gerber, un economista de 39 años que trabaja en finanzas en un importante banco local, y que nos cuenta que su amor por el carnaval -al igual que el de Cardoso- "surgió mientras vivía en el extranjero".
"Esta cátedra nos ayudará a organizarnos, a apoyar desde lo teórico, y a encontrar respuestas para muchos de nosotros", señala. "El carnaval pasó a ser un fenómeno muy relevante en la vida de los uruguayos, y debemos tratarlo con la seriedad que merece".
"Creo que, por ejemplo, debería existir también una cátedra de fútbol o de otros temas que identifiquen a todos los uruguayos", coincide Eduardo Benso, un ingeniero químico de 54 años que se anotó en el diplomado.
A las clases también asiste Juan Castel, vocero del Museo del Carnaval, otro.
"No tengo un objetivo concreto. Pero pretendo aportar lo aprendido al centro de documentación del Museo del Carnaval, sobre todo en el área de investigación. También espero que me abra la mente para entender el fenómeno con más amplitud", dice Castel.
Beneficios económicos
Un pequeño salón del tercer piso de la renovada facultad de ciencias sociales recibe a los profesores –que provienen de disciplinas diversas: economistas, antropólogos, arquitectos, historiadores- y a los alumnos de la cátedra de Carnaval. Se juntan al atardecer, para muchos después de concluir una extensa jornada laboral.
Allí asisten a talleres de cuatro horas de duración, donde .
Pero, ¿para qué estudiar el carnaval?
La profesora de historia y coordinadora de la cátedra, Elizabeth Milita Alfaro, explica a BBC Mundo: "Existía una serie de temas dentro de la historiografía uruguaya que se había dejado de lado a pesar de que hay mucho para decir".
"Luego está el tema de la proyección económica, que es indudable y es clave para explicar el papel tan primordial de la intendencia de Montevideo en la creación de esta cátedra. Es una fiesta que mueve mucho dinero, no solo a nivel local sino a través del turismo que atrae a nuestro país".
En cuanto a los objetivos una vez obtenido el diploma, el más destacado entre los alumnos es claramente el laboral.
"Además de dedicarme a la educación, me gustaría trabajar en un ambiente relacionado con la cultura nacional, o con el carnaval directamente, y creo que este diploma puede abrir algunas puertas", explica la maestra escolar Andrea Garrido.
Y agrega: "Aunque si no lo lograra, creo que también me permitirá tener mayores conocimientos referidos a un área que me interesa muchísimo".
Tanto los alumnos como los profesores sin excepción dijeron sentir un vínculo muy profundo con esta fiesta popular, que fue el que los motivó a aprender más sobre el tema.
Esto queda en evidencia al presenciar el curso: en las charlas y exposiciones académicas se entrevé una pasión similar a la que se muestra cada verano en las calles montevideanas.
Si bien para Cardoso su plan de vida es tener su propia chacra (como se le llaman en Uruguay a las pequeñas granjas) de regreso en Francia, también espera que el Diploma en Carnaval le ayude a alcanzar otro de sus sueños: el de "viajar y hacer un estudio comparativo entre los carnavales de toda América, desde Canadá hasta Argentina".
"No sé cuál sueño es el más realista, si el de la chacra o esto", concluye.
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