Los sueños, sueños son

José Mujica dijo que, del guerrillero de los 70, quedan “los sueños por una humanidad sin clases sociales, donde lo mío y lo tuyo no nos separe tanto”. El presidente habló de la marihuana y los refugiados sirios.

El  presidente José Mujica concedió una entrevista a Deutsche Welle, la televisión oficial alemana, en la que hizo un balance de su gestión y habló de los desafíos del país.

Consultado sobre la situación del Uruguay de hoy con respecto al de 2009, opinó que "está sensiblemente mejor. Ha tenido un crecimiento de la economía importante, pero lo más importante; bajó muchísimo la pobreza. Somos el país más igualitario de América, un continente injusto y cruel, porque es muy rico pero distribuye mal. Y bajó muchísimo la indigencia".
Para el mandatario, la inseguridad, uno de los temas más relevantes de la campaña electoral, es un problema, y, pese a destacar que "somos el país más seguro de América Latina", reconoció que "hemos perdido seguridad con respecto a nuestra historia. Uno de los factores, no el único, es la penetración del narcotráfico. Después, el peso tremendo de la cultura consumista, que nos agrede muy tempranamente y nos pide más de lo que podemos, y crea una falsa expectativa. Seguramente hay otros factores...".
Consultado sobre los efectos visibles de la ley que regula el mercado del cannabis, Mujica dijo que estos se verán en dos años o un poco más, porque "no se trata de legalización. Se trata de regular un mercado que ya existe. Hay 150.000 consumidores. Lo queremos sacar de la sombra, de la clandestinidad a ese mercado, para golpearlo en la razón económica".
Mujica reiteró que "peor que la droga es el narcotráfico", y se mostró a favor de que, si la iniciativa fracasa, volver hacia atrás. "En la vida hay acelerador, freno y marcha atrás. No hay que ser fanático. Hay que aprender con las vueltas de la vida (...) Pero no debemos seguir, como hasta ahora, mirando para otro lado. Llevamos 100 años de represión de fracaso en fracaso".
El mandatario explicó que no hay una contradicción entre la regulación de la marihuana y la lucha contra el tabaquismo. "No legalizo", insistió: "regulo un mercado que ya existe para que no se expanda más. Lo estoy combatiendo por un camino más inteligente, pero no estamos dispuestos a favorecer ninguna adicción. El tabaco es un veneno, la marihuana es un veneno, el alcohol es un veneno. Todo tiene límites".
Mujica también defendió la iniciativa de traer refugiados sirios, que comenzarán a llegar al país desde setiembre. "Es una decisión del presidente del Uruguay que le está diciendo al resto de los gobiernos y presidentes del mundo: ‘no se hagan los distraídos'. Hay una guerra que no la podemos parar. Lo mínimo es solidaridad con los niños. Sé que hay niños pobres en todas partes del mundo, pero una cosa es pobreza, y otra es niños sueltos en el medio de una guerra. Que no me alaben, y que hagan algo parecido", dijo.
La entrevistadora le preguntó entonces por qué no había consultado en Uruguay sobre la pertinencia de la llegada de refugiados, y Mujica señaló que eso hubiera hecho "florecer los egoísmos", y apuntó que "este es un país de migrantes. Todos nuestros abuelos vinieron inmigrando de algún lado, disparando la mayor parte de las veces".
También habló a favor de la llegada de prisioneros de Guantánamo, porque "esa no es ninguna prisión", sino "un disparate contra los derechos humanos": "cuando hay un presidente de Estados Unidos que se compromete a cerrar esa inmundicia, lo mínimo que tenemos que hacer es ser solidarios. No se beneficia el Uruguay: se beneficia la humanidad", subrayó.
Mujica fue preguntado, finalmente, sobre cuánto hay en el presidente de la República del comandante Emiliano, su nombre de guerra en el MLN, en la década del 70: "los sueños por una humanidad sin clases sociales, donde lo mío y lo tuyo no nos separe tanto. Es muy difícil. Es muy de largo plazo", respondió. "Éramos terriblemente ingenuos, pero no hay que perder la perspectiva. Pienso que el Uruguay tiene que ser un país desarrollado, y que a partir de ser un país desarrollado tal vez tengamos los medios para acercarnos a un país menos egoísta" dijo el mandatario.

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