Florencio Sánchez
M’Hijo El Dotor
Drama en tres actos.
Estrenado en el teatro Comedia de Buenos Aires, el 13 de Agosto de 1903.
PERSONAJES:
Doña Mariquita
Jesusa
Sara
Misia Adelaida
Mama Rita
Don Olegario
Julio
Don Eloy
Un gurí
La acción transcurre a principios de siglo. Primero y tercer actos, en una estancia de la República Oriental del Uruguay. Segundo acto, en Montevideo. Derecha e izquierda, las del actor.
ACTO PRIMERO
En el patio de una estancia. Un ángulo de edificio viejo, tipo colonial, corroído por el tiempo, una puerta a la izquierda y dos al foro; al centro, en un segundo plano, un coposo árbol, y rodeando su tronco, una pajarera con pájaros. Verja a la derecha con un espacio franqueable entre dos pilares.
Escena I
EL GURI, DOÑA MARIQUITA Y DON OLEGARIO
GURI.- (Chillando) ¡Señora!... ¡Madrina!.... ¡Madrina!.... Ahí ha venido el hijo de doña Brígida la puestera en la yegua picaza y dice que si le empriesta el palote de amasar porque va a hacer pasteles hoy...
MARIQUITA.- (Asomándose a una de las puertas del foro) ¿Te querés callar, condenao? ¿No ves que vas a despertar a m´hijo el dotor?.... (Desaparece)
GURI.- Es que el muchacho viene apurao, porque tiene que dir también a la pulpería.... ¡Ah!... y dice que si le da permiso p´atar la descornada vieja, porque va a precisar más leche... ¿Qué le digo?...
MARIQUITA.- (Sale precipitadamente y lo toma por el cuello, zamarreándolo) ¡Acabarás de cacarear, maldito!...
GURI.- ¡Ay!...¡ay!... ¡No me pellizque! ¡Si yo no he hecho nada!...
MARIQUITA.- (Sin soltarlo) ¡Te viá enseñar!... ¡Trompudo!... ¡Mal criao!...
OLEGARIO.- (Sale calmosamente e interviene) ¡Dejá esa pobre criatura!... ¡Parece mentira!.... ¿Qué te ha hecho?... (Al Gurí) ¡Camine usted a cebarme mate!...
MARIQUITA.- Es que todos los días sucede lo mismo... Este canalla sabe que Julio está durmiendo y se pone a berrear como un condenado... ¡Y lo hace de gusto!...
GURI.- (Compungido). ¡No señor!... ¡Es que no me acordaba!...
OLEGARIO.- (Al Gurí). ¡Camine a cebarme mate, le he dicho!... (Se va el Gurí) ¡Qué ha de hacerlo a gusto el pobre tape! Bien sabés vos que es gritón por naturaleza... (Afectuoso) ¿Es que se ha levantado hoy mi vieja con el naranjo torcido?...
MARIQUITA.- (Brusca) ¡Me he levantao como me he levantao!... Pero vos con defender y darle confianza al chinito ése, lo estás echando a perder.
OLEGARIO.- ¡Vamos, vieja, no se enoje!... ¡Caramba!... Vaya, traiga su sillón y su sillita baja. (Mariquita vase y vuelve con los pedidos cuando se indica) y nos pondremos a tomar mate tranquilos.
¡Qué diantres! Está muy linda la mañanita pa ponerle cara fea. Espere, comadre, le viá´ayudar. (Mariquita alcanza un sillón de hamaca y sale con una silla baja y avíos de costura. Ambos toman asiento.
El Gurí aparece con el mate, que alcanza a Olegario, quedándose de pie. Olegario a Mariquita) ¿Gusta servirse?
MARIQUITA.- (Ceremoniosa) ¡Está en buena mano!
OLEGARIO.- (Jovial) ¿Me desaira, moza?... ¡No puede ser!... ¡Vamos, aunque sea un chuponcito!... No ponga esa cara de mala que nadie le va a creer. ¡Sabemos que es guenaza!... ¡Sí, viejita, uno, aunque más no sea!... ¿Se acuerda? Antes no era así, ¡no me hacía esos desaires! Voy a pensar que está muy vieja... ¡Vamos, un chuponcito!...
MARIQUITA.- ¡Jesús, Olegario!... ¡Te has levantao con ganas de amolar la paciencia!... ¡No quiero mate!... (Viendo al Gurí que ríe solapadamente) ¿De qué te reís vos?... (A Olegario) ¡Ahí tenés lo que has conseguido!... ¡Qué hasta los mocosos se rían de una!...
OLEGARIO.- ¡Vos te reís de tu madrina, canalla!... ¡ya! ¡Ponete serio!... (Gurí sigue riendo) ¡Serio! (Idem) ¡Serio, he dicho!... ¡mirá que te pego!...
MARIQUITA.- ¡Basta, hombre!... (Al Gurí) ¡Ya, fuera de acá!... (El Gurí se aleja riendo a todo trapo) ¡Así me ha de respetar esa chusma si los que deben dar el ejemplo lo hacen tan mal!.. ¡La culpa la tengo yo de permitir esas cosas!... (Mete precipitadamente las costuras en el costurero y se pincha la mano) ¡Ay, demonios! (Se chupa el dedo y arroja el costurero con estrépito al suelo) ¡Jesusa!... ¡Jesusa!...
OLEGARIO.- ¡Chist!... ¡Chist!... ¡Cállate, mujer!... ¡No ves que vas a despertar a m´hijo el dotor!...
MARIQUITA.- (Con rabia, dejándose caer sobre una silla) ¡Un cuerno!...
M’Hijo El Dotor
Drama en tres actos.
Estrenado en el teatro Comedia de Buenos Aires, el 13 de Agosto de 1903.
PERSONAJES:
Doña Mariquita
Jesusa
Sara
Misia Adelaida
Mama Rita
Don Olegario
Julio
Don Eloy
Un gurí
La acción transcurre a principios de siglo. Primero y tercer actos, en una estancia de la República Oriental del Uruguay. Segundo acto, en Montevideo. Derecha e izquierda, las del actor.
ACTO PRIMERO
En el patio de una estancia. Un ángulo de edificio viejo, tipo colonial, corroído por el tiempo, una puerta a la izquierda y dos al foro; al centro, en un segundo plano, un coposo árbol, y rodeando su tronco, una pajarera con pájaros. Verja a la derecha con un espacio franqueable entre dos pilares.
Escena I
EL GURI, DOÑA MARIQUITA Y DON OLEGARIO
GURI.- (Chillando) ¡Señora!... ¡Madrina!.... ¡Madrina!.... Ahí ha venido el hijo de doña Brígida la puestera en la yegua picaza y dice que si le empriesta el palote de amasar porque va a hacer pasteles hoy...
MARIQUITA.- (Asomándose a una de las puertas del foro) ¿Te querés callar, condenao? ¿No ves que vas a despertar a m´hijo el dotor?.... (Desaparece)
GURI.- Es que el muchacho viene apurao, porque tiene que dir también a la pulpería.... ¡Ah!... y dice que si le da permiso p´atar la descornada vieja, porque va a precisar más leche... ¿Qué le digo?...
MARIQUITA.- (Sale precipitadamente y lo toma por el cuello, zamarreándolo) ¡Acabarás de cacarear, maldito!...
GURI.- ¡Ay!...¡ay!... ¡No me pellizque! ¡Si yo no he hecho nada!...
MARIQUITA.- (Sin soltarlo) ¡Te viá enseñar!... ¡Trompudo!... ¡Mal criao!...
OLEGARIO.- (Sale calmosamente e interviene) ¡Dejá esa pobre criatura!... ¡Parece mentira!.... ¿Qué te ha hecho?... (Al Gurí) ¡Camine usted a cebarme mate!...
MARIQUITA.- Es que todos los días sucede lo mismo... Este canalla sabe que Julio está durmiendo y se pone a berrear como un condenado... ¡Y lo hace de gusto!...
GURI.- (Compungido). ¡No señor!... ¡Es que no me acordaba!...
OLEGARIO.- (Al Gurí). ¡Camine a cebarme mate, le he dicho!... (Se va el Gurí) ¡Qué ha de hacerlo a gusto el pobre tape! Bien sabés vos que es gritón por naturaleza... (Afectuoso) ¿Es que se ha levantado hoy mi vieja con el naranjo torcido?...
MARIQUITA.- (Brusca) ¡Me he levantao como me he levantao!... Pero vos con defender y darle confianza al chinito ése, lo estás echando a perder.
OLEGARIO.- ¡Vamos, vieja, no se enoje!... ¡Caramba!... Vaya, traiga su sillón y su sillita baja. (Mariquita vase y vuelve con los pedidos cuando se indica) y nos pondremos a tomar mate tranquilos.
¡Qué diantres! Está muy linda la mañanita pa ponerle cara fea. Espere, comadre, le viá´ayudar. (Mariquita alcanza un sillón de hamaca y sale con una silla baja y avíos de costura. Ambos toman asiento.
El Gurí aparece con el mate, que alcanza a Olegario, quedándose de pie. Olegario a Mariquita) ¿Gusta servirse?
MARIQUITA.- (Ceremoniosa) ¡Está en buena mano!
OLEGARIO.- (Jovial) ¿Me desaira, moza?... ¡No puede ser!... ¡Vamos, aunque sea un chuponcito!... No ponga esa cara de mala que nadie le va a creer. ¡Sabemos que es guenaza!... ¡Sí, viejita, uno, aunque más no sea!... ¿Se acuerda? Antes no era así, ¡no me hacía esos desaires! Voy a pensar que está muy vieja... ¡Vamos, un chuponcito!...
MARIQUITA.- ¡Jesús, Olegario!... ¡Te has levantao con ganas de amolar la paciencia!... ¡No quiero mate!... (Viendo al Gurí que ríe solapadamente) ¿De qué te reís vos?... (A Olegario) ¡Ahí tenés lo que has conseguido!... ¡Qué hasta los mocosos se rían de una!...
OLEGARIO.- ¡Vos te reís de tu madrina, canalla!... ¡ya! ¡Ponete serio!... (Gurí sigue riendo) ¡Serio! (Idem) ¡Serio, he dicho!... ¡mirá que te pego!...
MARIQUITA.- ¡Basta, hombre!... (Al Gurí) ¡Ya, fuera de acá!... (El Gurí se aleja riendo a todo trapo) ¡Así me ha de respetar esa chusma si los que deben dar el ejemplo lo hacen tan mal!.. ¡La culpa la tengo yo de permitir esas cosas!... (Mete precipitadamente las costuras en el costurero y se pincha la mano) ¡Ay, demonios! (Se chupa el dedo y arroja el costurero con estrépito al suelo) ¡Jesusa!... ¡Jesusa!...
OLEGARIO.- ¡Chist!... ¡Chist!... ¡Cállate, mujer!... ¡No ves que vas a despertar a m´hijo el dotor!...
MARIQUITA.- (Con rabia, dejándose caer sobre una silla) ¡Un cuerno!...
Mini Biografía:
Florencio Sánchez (Montevideo, 17 de enero de 1875 - Milán, Italia, 7 de noviembre de 1910) fue un dramaturgo y periodista uruguayo, cuya producción y herencia artística se desarrolla en ambas orillas del Río de la Plata.-- Era hijo de Olegario Sánchez y de Josefa Mussante, y tuvo once hermanos. Tras abandonar sus estudios secundarios, aunque fue un incansable lector, alternó su vida entre Montevideo, Buenos Aires y Rosario. Fue en estas ciudades donde desarrolló una intensa labor periodística (La Voz del Pueblo, El Siglo, La Razón, El Nacional, El País) y teatral.
En 1897, al estallar la guerra civil en Uruguay, se incorporó a las filas de Aparicio Saravia en seguimiento de la tradición partidaria de su familia, ocasión en que mantuvo contacto con algunas destacadas personalidades de la intelectualidad, como Eduardo Acevedo Díaz. Consternado por el clima que rodeaba al alzamiento, desertó y pasó a Brasil. De este período surgirá su desencanto por las posturas políticas tradicionales, reflejado en sus Cartas de un flojo, y comienza su activa militancia en el anarquismo. Escribió en La Protesta y en la revista El Sol, dirigida por Alberto Ghiraldo. Sus obras Ladrones y Puertas Adentro se inscriben dentro del modelo anarquista.
En 1897, al estallar la guerra civil en Uruguay, se incorporó a las filas de Aparicio Saravia en seguimiento de la tradición partidaria de su familia, ocasión en que mantuvo contacto con algunas destacadas personalidades de la intelectualidad, como Eduardo Acevedo Díaz. Consternado por el clima que rodeaba al alzamiento, desertó y pasó a Brasil. De este período surgirá su desencanto por las posturas políticas tradicionales, reflejado en sus Cartas de un flojo, y comienza su activa militancia en el anarquismo. Escribió en La Protesta y en la revista El Sol, dirigida por Alberto Ghiraldo. Sus obras Ladrones y Puertas Adentro se inscriben dentro del modelo anarquista.
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