Los menores sirios que arribaron a Montevideo se integrarán al sistema educativo formal a partir de fines de octubre. Los niños concurrirán a la Escuela Experimental de Malvín N° 274 y al Jardín de Infantes N° 244, y los adolescentes a los liceos 31 y 58.
El pasado jueves arribó al país la primera tanda de ciudadanos sirios refugiados de guerra. Se trató de las primeras cinco familias compuestas por 42 personas, contingente que se completará en febrero cuando arriben al país siete familias más compuestas por 72 personas.
Todos fueron trasladados en forma transitoria al Hogar San José, de los católicos Hermanos Maristas, ubicado en Camino Maldonado. Allí se le enseña idioma español.
En tanto que los menores se insertarán en el sistema educativo formal a partir de fines de octubre.
La Inspección General de Primaria seleccionó a la Escuela Experimental de Malvín N° 274 y al Jardín de Infantes N° 244 para recibirlos. Un total de 12 de niños se encuentran en edad escolar, 7 en edad preescolar, los más pequeños concurrirán a un centro CAIF y los mayores a los liceos 31 y 58.
El director general de Primaria, Héctor Florit, dijo que un equipo presidido por la inspectora departamental Nelly Fernández, trabaja en el proceso de inserción de los menores al sistema educativo, desde hace varios meses, en la órbita del Ministerio de Educación y Cultura y la secretaría de Derechos Humanos.
Se trata de una escuela de cuatro horas, del turno vespertino, que en el mismo predio tiene un jardín de infantes, con el objetivo de lograr una proximidad en su escolarización con los hermanos mayores.
También se tuvo en cuenta que la escuela no tuviera una gran demanda de niños.
Florit dijo que “la inclusión será en los grupos comunes, pero con la característica de que habrá una o dos horas en las que realizarán actividades extracurriculares, en espacios abiertos u otros salones”.
Ingreso progresivo
La inspectora departamental, Nelly Fernández, expresó que el ingreso al sistema educativo “será progresivo y en distintos intervalos de tiempo, con el acompañamiento familiar al comienzo y traductores permanentes”.
Por su parte, la directora de la Escuela Experimental de Malvín, Laura Beytia, dijo que durante setiembre se ocuparon de “comunicar y sensibilizar a todo el alumnado, preparándolos para la integración mediante determinadas actividades en las aulas y con la comunidad de padres”.
“A través de videos y diversos textos, el trabajo se enfocó en el fomento a la cultura de la paz, la diversidad cultural, la diferencia idiomática y de modos de vida”, explicó la directora de la escuela.
Agregó que concurrirán a la escuela entre las 13 y las 17 horas, aunque la enseñanza estrictamente curricular y programática la recibirán el año próximo.
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