El director de la organización de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco, denunció que México vive su peor crisis en la materia desde la matanza estudiantil de 1968, cuando fueron asesinados entre 20 y 325 personas dependiendo de la versión oficial o la de los denunciantes.
Para el director ejecutivo de HRW, “la crisis que arrastra México desde el sexenio de Felipe Calderón (2000-2006) a la fecha, en materia de derechos humanos, es la crisis más seria desde los tiempos de Tlatelolco”, según declaraciones al diario El Universal.
Para el activista, la postura del presidente Enrique Peña Nieto, solo conducía a “lavarse las manos”, y acusó al Gobierno mexicano por “considerar los temas de seguridad y derechos humanos como tóxicos, porque generan más bien problemas y dan imagen de país inseguro”, entendió. “
En la historia de México ha habido muchos desaparecidos, pero de esta magnitud y en tiempo real no conozco ningún caso similar en América Latina en los últimos 30 años. Y la única explicación es la impunidad”, sentenció.
Los estudiantes siguen sin aparecer mientras la Federal toma más control
A medida que pasan los días las esperanzas de encontrar con vida a los 43 alumnos de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa desaparecidos, se van extinguiendo, mientras crece el número de policías y civiles detenidos en la localidad de Iguala, donde ocurrió la presunta matanza que cada vez más testigos suma.
La aparición de más tumbas clandestinas en los cerros de Iguala, muestran a las claras que las posibilidades que aparezcan con vida los estudiantes son casi nulas, mientras sus restos no han sido hallados, sino los de otras decenas de personas cuyas identidades se desconocen por el momento.
La policía Federal de México en tanto tomó control de más municipios (ya lleva 14) en el centro-sur del país, donde se sospecha de connivencia entre las fuerzas de seguridad y los carteles del narcotráfico y las bandas criminales. El director de la Comisión Nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido, ha dicho que se “identificaron irregularidades que nos obligan a asumir que hay lazos entre agentes locales y miembros del crimen organizado”.
Mientras tanto el detenido líder del grupo Guerreros Unidos, acusados de asesinar a los estudiantes desaparecidos, Sidronio Casarrubias, ha declarado por primera vez ante el fiscal. “La desaparición fue casual”, ha dicho el acusado, quien negó haber dado la orden para ejecutar a los estudiantes, pero que tampoco se opuso cuando le fue consultado el asunto. El fiscal Jesús Murillo no ha dado más detalles, pero afirmó que se está en “una nueva vía de investigación”.
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