Raúl Rosende negocia, desde enero de 2012, con los diferentes grupos armados, el gobierno y la oposición la entrada de la ayuda humanitaria a las zonas de guerra
“Edificios enteros destruidos o demolidos como consecuencia del bombardeo, entre las ruinas ropa, muebles, cosas que habían sido usadas por una familia hasta hacía pocos días. Pueblos o barrios enteros cercados militarmente como táctica de guerra, en donde nadie puede entrar o salir y los alimentos no pueden entrar por meses y meses. Me tocó ver salir familias de una de estas zonas en el centro del país y salían en una situación lamentable después de estar más de un año cercados casi sin alimento, sin medicinas”, relató a El Observador Raúl Rosende, jefe de la Oficina de Asuntos Humanitarios de ONU en Siria.
Rosende es oriundo de Mercedes y hace 23 años que trabaja para la ONU. Ha estado en varios conflictos pero asegura que si uno compara con otras guerras y otros conflictos en el mundo, las consecuencias negativas en Siria son aún peores.
“La tragedia Siria no es una tragedia del Medio Oriente sino que es una tragedia para todo el mundo, porque tiene repercusiones en todo el mundo. Creo que es un muy buen ejemplo que un país pequeño, lejano y que no es rico, abra las puertas a los refugiados. Lamentablemente ha habido países con alto poder adquisitivo en Europa y en otros lugares que no han recibido refugiados sirios. Entonces me parece que Uruguay brinda un muy buen ejemplo”, expresó.
Además, está seguro de que los refugiados “no son una carga” y que pueden hacer un aporte muy importante para la economía del país si hay programas efectivos de reinserción. “Los refugiados son un activo para el país”, afirmó.
Para Rosende, Uruguay deberá tener en cuenta varias cosas con estas familias que este jueves llegaron a Uruguay. La enseñanza del idioma es uno de los temas primordiales, que el gobierno ya ha tenido en cuenta, ya que el idioma árabe es totalmente distinto al español.
“En segundo lugar algo a tener en cuenta es el tema religioso porque en el Medio Oriente la gente es muy religiosa. Ellos van a la mezquita, muy seguido, algunos todos los días otros una vez por semana. El viernes es el día santo de ellos, así como el domingo es para los cristianos, para los musulmanes es el viernes y se debe de proveerles el apoyo a través de un líder religioso a los que ellos llaman imán”.
Otro tema fundamental para Rosende es evaluar bien el tema laboral.
“En general los sirios tienen un nivel educativo bastante alto. Siria no era un país pobre y tenía un buen nivel educativo antes de la guerra. Mucha de esta gente que llega a Uruguay, creo que tiene un cierto nivel educativo, tal vez haya que brindarles cierta capacitación a nivel de trabajos concretos pero sin dudas algunos de ellos tengan formación universitaria o un oficio”.
Fuentes de la oficina de Derechos Humanos Presidencia de la República dijeron a El Observador que algunos de los Sirios que este mediodía llegaron al país tienen oficios rurales, oficio en la construcción y hasta profesión universitaria.
En la vestimenta lo único particular que tienen los sirios es que algunas mujeres muchas veces se cubren la cabeza con un pañuelo, pero no tanto como otros países del Medio Oriente. Según relató Rosende, la alimentación es muy parecida a no ser porque están más acostumbrados a comer carne de cordero.
Conflicto en Siria
La guerra en Siria lleva tres años y lamentablemente, es una guerra que tiene lugar en centros urbanos entonces los principales afectados son los civiles, aún más que los soldados combatientes.
“La situación venía muy mal y ahora se ha agravado a raíz de los nuevos acontecimientos con el Estado Islámico y otros grupos similares”. La cantidad de muertos según algunas estimaciones es más de 200 mil, la población que ha tenido que abandonar sus hogares a raíz de la violencia es cerca de diez millones de personas, más o menos la mitad de la población Siria antes de la guerra que tenía 22 millones de habitantes. Más de tres veces el tamaño de Uruguay.
“La economía está en ruinas, más del 75% de la población se ha empobrecido. Los niños en este tipo de enfrentamientos siempre son los más perjudicados porque son los más vulnerables. Se calcula que diez mil niños han muerto en este conflicto, según estimaciones de Unicef”.
Según contó Rosende otra consecuencia de la guerra es el surgimiento de enfermedades, ya que los servicios de salud en muchos lugares han dejado de prestarse, entonces, esto da lugar a epidemias y varias enfermedades. “El polio, por ejemplo, que había sido erradicado desde principios de los años 70 ha vuelto a surgir en el país”.
Además de las muertes y el desplazamiento de los civiles Rosende lamenta la destrucción del patrimonio histórico. “Siria ha sido muy importante en la historia de la civilización. Aquí estuvieron los primeros cristianos, lo primeros musulmanes, hay un patrimonio arquitectónico y arqueológico espectacular y parte de él está siendo dañado. Lo que se destruye se destruye”.
La tarea de la ONU
Rosende llegó a Siria en enero de 2012 y su trabajo es coordinar la ayuda humanitaria de la ONU y negociar con los diferentes grupos armados, el gobierno y la oposición la entrada de la ayuda humanitaria a las zonas de guerra.
La ONU suministra ayuda a nivel de alimentos, medicinas y agua a la población afectada por el conflicto. “El trabajo se hace muy complicado porque la mayoría de la población necesitada de ayuda viven en las zonas de guerra, donde no hay servicios sociales, no hay puestos de trabajo, por lo tanto donde la gente menos tiene alimentación. Los servicios humanitarios de la ONU tienen que llegar a esos lugares, que es realmente difícil, porque tenemos que negociar tanto con el ejército del Estado como con los diferentes grupos armados”.
La ayuda se traslada mediante empleados de Onu internacionales y personal local que los guían junto a ONG´S de Siria y el Creciente Rojo que es como la Cruz Roja.
“El problema es que en Siria el conflicto armado no tiene solamente dos partes como en otras guerras donde tenemos al gobierno y a la oposición. Acá, la oposición está compuesta por diferentes grupos armados que pelean todos contra todos. Esta es una característica de las nuevas guerras en el mundo, quedó atrás la vieja guerra de un Estado enfrentado con una guerrilla. Y esto hace que el conflicto sea más difícil de resolver. Hay grupos muy radicales, fundamentalistas como es el ejemplo típico ahora del Estado islámico con quien es mucho más difícil negociar”.
Cada vez que la ONU tiene que hacer entrar ayuda humanitaria en zonas controladas por los grupos armados, ésta debe dialogar con ellos y de esto se encarga el uruguayo Raúl Rosende. “A veces son llamados telefónicos, otras veces son contactos a través de skype. Cuando vemos que hay ciertas garantías vamos a la zona y negociamos directamente con alguno de estos grupos y hasta ahora por suerte la ONU ha sido respetada. En general no hemos tenido que lamentar incidentes de seguridad y las cosas que se entregan han sido respetadas”.
Actualmente, se calcula que por mes la ONU está entregando alimentación a más de tres millones de personas, lo que equivale a Uruguay entero.
“Muchas veces piden cosas a cambio pero la ONU en ese sentido es muy estricta, la ayuda humanitaria se le entrega solamente a la población necesitada, no se le entrega a nadie más. La ONU no acepta ese tipo de demandas que hacen varios de estos grupos. Aunque en la mayoría de los casos se accede a entrar, pero hay otros en donde no podemos entrar. La situación es muy mala y donde estos grupos tienen una actitud muy radical preferimos no hacer entrar la ayuda humanitaria”.
Muchas veces lo que estos grupos piden a cambio es que la ayuda sea entregada en determinadas zonas y a determinadas personas. “Nosotros tenemos nuestro propio plan de distribución de la ayuda y no aceptamos este tipo de condiciones”, explicó Rosende.
Estado Islámico
“Todos aquellos que no se identifican con la identidad de estos grupos han sido perseguidos. Hubo persecución de mujeres, tráfico de mujeres, utilización de niños como soldados de manera sistemática. Los adoctrinan y los utilizan como carne de cañón, en el frente de combate”, contó Rosende, quien agregó que las denuncias que llegan de las zonas de guerra son el rapto de mujeres, la violación y la posterior venta.
“Imponen determinadas formas de vestimenta, en las zonas controladas por este grupo. Las mujeres se tienen que vestir totalmente cubiertas, no trabajar, no salir a la calle, e incluso hubo casos en que las niñas no pueden ir a la escuela. Tienen una serie de condiciones para restringir los derechos de la mujer”, explicó.
Situación hoy
Debido a los combates en Kobane, ciudad fronteriza con Turquía, donde el Estado Islámico está cercando la ciudad, se está estableciendo un nuevo campo de refugiados, ya que en la zona de guerra queda muy poca población civil.
Más de 140 mil personas han tenido que cruzar la frontera, como si toda la ciudad de Las Piedras tuviera que desplazarse. “El gobierno de Turquía ha sido muy activo en brindar ayuda humanitaria a esta gente, pero la ofensiva del Estado Islámico se mantiene y esto quiere decir que es posible que en el futuro siga habiendo más población desplazada o refugiada. No ha habido una disminución en la tensión en esta zona de la frontera”.
Lamentablemente, para Rosende no hay en el corto plazo perspectivas de solución a este conflicto, que ha sido agravado por el elemento adicional del surgimiento del Estado Islámico. “La ONU ha intentado generar instancias de negociación entre los diferentes grupos pero lamentablemente esto no ha fructificado y por ahora no se ven en el corto plazo alternativas de solución”.
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