A tres días de las elecciones legislativas, Guatemala vive uno de sus momentos más conflictivos en la historia reciente, después que el Parlamento levantó la inmunidad al presidente Otto Pérez Molina, el que decidió renunciar tras conocerse la orden de captura emitida contra su persona por la Fiscal General, acusándolo de “corrupción”
La Fiscal General, Thelma Aldana, la Fiscalía pidió la orden de captura del ex general Pérez Molina al juzgado que lleva el caso conocido como La Línea, una red de defraudación a las aduanas que, según la denuncia interpuesta por la Fiscalía y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), era liderada por el presidente de la nación centroamericana. El juzgado emitió la orden solicitada por la fiscalía, acusando a Pérez Molina por asociación ilícita, soborno y fraude aduanero.
La Fiscal General dijo no obstante que “debe respetarse el principio universal de presunción de inocencia”, y reconoció como potestad del juez dejar a Pérez Molina en libertad después de tomarle declaración o mantenerlo preso.
La carta de renuncia del mandatario
El presidente afirma en su carta renuncia que “en la situación actual y teniendo en cuenta por sobre todo el interés del Estado, me corresponde continuar con el debido proceso y por lo tanto presentarme ante la justicia y dirimir mi situación personal”. Pérez Molina afirma que se someterá “con toda entereza, mediante el debido proceso, al imperio de la ley y desvirtuar los señalamientos que hoy se me hacen”. Exhorta además a los ciudadanos de su país para que “dejando por un lado los odios y rencores, y en el marco del Estado de Derecho, contribuyamos todos, para hacer las transformaciones profundas que el Estado demanda, para enfrentar los grandes retos que procuren la constitución de nuestra Guatemala, que sea expresión de la Justicia, la Seguridad, la Paz y el Desarrollo, especialmente de los más desposeídos”.
Mientras tanta la ex presidente del país Roxana Baldetti, imputada en la misma causa, fue trasladada en la noche del miércoles del cuartel militar donde estaba detenida –donde las crónicas locales afirman disfrutaba de comodidades extraordinarias- al Penal de Mujeres de Santa Teresa, donde se alojan delincuentes comunes.
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