México es reconocido por tener una de las culturas más ricas a nivel mundial, no sólo tenemos cientos de platillos, costumbres y tradiciones sino que también contamos con incontables cantidades de pueblos que viven, o vivieron, en nuestro territorio desde épocas prehispánicas. Entre las cualidades de nuestra cultura se encuentran las distintas lenguas habladas por cada uno de los pueblos indígenas, como la cultura zapoteca, tolteca, maya, etc. De hecho, según el INALI, actualmente, existen 11 familias lingüísticas que viven dispersas por todo nuestro territorio y de ellas se desprenden 68 lenguas de 364 dialectos. Sin embargo, sólo el 6.6% de la población mexicana habla alguna lengua indígena. Los estados con el mayor número de personas que hablan alguna lengua indígena son Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Puebla, Yucatán y Guerrero.
A raíz de la conquista y colonización española en el territorio mexicano, las lenguas indígenas han ido extinguiéndose poco a poco, adaptándonos a la lengua castellana que nos impusieron los españoles. En aquellas épocas, una de las lenguas indígenas más predominantes era la lengua Náhuatl (que significa hablar alto, en la lengua Nahuati), la cual surgió alrededor del siglo VII y, a raíz de la expansión de los Toltecas , se alargó por varias regiones de Mesoamérica hasta convertirse en la lengua franca de la región, particularmente en los territorios dominados por la cultura azteca. Al ser lengua principal de la cultura más importante de Mesoamérica, muchos la consideran una de las lenguas indígenas más importantes para nuestra cultura (incluso se dieron clases de dicha lengua en las escuelas primarias por varias generaciones). Su desaparición inició, como ya se mencionó previamente, a partir de la conquista.
Muchos críticos, estudiosos y académicos lamentan la perdida de tan importante lengua, pues consideran que es perder de vista de dónde venimos.
Con la intención de luchar contra ello y con el objetivo en mente de la conservación del Náhuatl, Fray Bernardino de Sahagún creó el primer proyecto de obra de ópera completamente en ésta lengua, llamada Xochicuicatl cuecuechtli (Canto florido de travesuras), la cual tiene como temas principales el amor y el erotismo.
Para lograr llevar a cabo el proyecto, Bernardino se dedicó a recopilar gran cantidad de textos en Náhuatl en 1540 para evitar su extinción total. A quien le debemos también el que podamos finalmente ver esta obra es al Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Musical Carlos Chávez (Cenidim), pues por años han trabajado en completar los cantos originales de la obra.
La música fue compuesta por el maestro Gabriél Pareyón y la obra podrás verla durante todo abril en el Centro Nacional de las Artes (CENART).
Ciertamente, esta es una puesta en escena que no hay que perderse.
Referencia: Arca
Por Alexandra Cafran
http://culturacolectiva.com
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