El rey del blues murió en la noche del jueves luego de sufrir una deshidratación por la que fue internado en Las Vegas
B.B. King, uno de los artistas más influyentes de todos los tiempos, falleció este viernes a los 89 años. Patty King, hija del músico, explicó que su padre fue ingresado en un hospital de Las Vegas este mes tras sufrir una deshidratación por causa de la diabetes tipo 2 que sufría hace 20 años. Según medios norteamericanos, el músico falleció la noche del jueves.
El artista había recibido 16 premios Grammy, editado más de 50 discos en casi 60 años de carrera y autor de temas que marcaron época como Three O'Clock Blues, The Thrill Is Gone y When Love Comes to Town, su célebre colaboración con los irlandeses U2.
Entre los clásicos de uno de los mayores guitarristas de la historia figuran también Payin' The Cost To Be The Boss, How Blue Can You Get, Everyday I Have The Blues y Why I Sing The Blues, indispensables en sus conciertos, y joyas de sus comienzos comoYou Don't Know Me, Please Love Me o You Upset Me Baby.
Riley B. King nació el 16 de septiembre de 1925 en una plantación de Itta Bena (Misisipi). Allí empezó a tocar hasta que en 1947 se mudó a la comunidad Memphis para labrarse una carrera musical.
Memphis, una comunidad musical que reunía todos los estilos de la música afroamericana, era la meca hacia la que todos los músicos del sur decidían peregrinar y King encontró la ayuda de su primo Bukka White, uno de los maestros del blues en aquel periodo.
Su actuación en el programa de radio de Sonny Boy Williamson llamó la atención de los especialistas y pronto cerró una serie de actuaciones en el local Sixteenth Avenue Grill y en la estación WDIA, donde se dio a conocer bajo el nombre Beale Street Blues Boy. Posteriormente, decidió acortarlo a Blues Boy King y, finalmente, dio con el definitivo B.B. King.
A mediados de la década de 1950 King actuaba en un local de Twist (Arkansas) cuando unos espectadores se enzarzaron en una pelea que acabó prendiendo fuego al local. El artista se apresuró a salir de la sala, pero se dio cuenta de que se olvidó dentro su guitarra Gibson acústica de U$S 30 y volvió a ingresar al local para recuperarla. Tiempo después supo que la discusión se había producido por una mujer llamada Lucille y decidió bautizar así a todas las guitarras que le acompañaron durante el resto de su carrera.
El éxito de Three O'Clock Blues le llevó a emprender sus primeras giras por EEUU, que sentarían las bases del músico de blues más relevante de las últimas décadas y, especialmente, las de ese sonido tan característico e identificable que lograba al rasgar las cuerdas de su Gibson.
Con reminiscencias de Blind Lemon Jefferson y T-Bone Walker entre otros, el vibrato, la precisión de la púa, su sutileza y el manejo de los silencios convirtieron el sonido "King" en un componente fundamental del vocabulario musical del que bebieron figuras como Eric Clapton, George Harrison o Jeff Beck y que le llevaron a ser miembro del Salón de la Fama del Rock and Roll en 1987.
Esos ingredientes le permitieron navegar entre el blues, el swing y el pop más comercial con pasmosa facilidad. "Cuando canto, estoy tocando en mi cabeza; en cuanto dejo de cantar oralmente, en realidad lo sigo haciendo a través de Lucille", explicaba King, que ejerció de telonero para los Rolling Stones en 1969 y también para Ike y Tina Turner.
Su legado musical también tuvo continuidad con la inauguración de varios clubes de música con su propio sello, siendo el B.B. King's Blues Club de Beale Street, en Memphis, el primero en abrir en 1991.
King se casó en dos ocasiones. Primero con Martha Lee Denton, entre 1946 y 1952, y después con Sue Carol Hall, desde 1958 hasta 1966. El artista deja 14 hijos y más de 50 nietos.
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