Cinco personas escaparon hoy de un edificio de Sidney donde un hombre armado retiene a un número indeterminado de personas en una cafetería
Una bandera del estado islamico en el local donde retienen a los rehenes / Foto: Canal 4 Sidney – AFP
Antes, pudo verse a dos personas en el interior del establecimiento que sostenían una bandera con una declaración de fe islámica que fue empleada por extremistas, planteando el temor a que se estuviera desarrollando un incidente terrorista en el corazón de la mayor ciudad de Australia.
Las primeras tres personas que salieron del edificio huyeron del Lindt Chocolat Café seis horas después de que comenzara la crisis, y poco después otras dos mujeres corrieron hacia la policía que esperaba fuera. Ambas vestían delantales con el logotipo de la firma de chocolates Lindt, y parecían ser empleadas del negocio.
Horas de pánico
Tras casi 12 horas de crisis, muchas preguntas clave seguían sin respuesta. La policía declinó decir cuántos rehenes había dentro de la cafetería, cuáles creían que serían los motivos del sospechoso o si había hecho demandas, así como si los rehenes que habían salido se habían escapado o se les había dejado marchar.
“Me gustaría darles tanto como puedo, pero ahora mismo esto es todo lo que puedo”, dijo el comisario de policía de Nueva Gales del Sur, Andrew Scipione. “Primero y antes que nada, tenemos que asegurarnos de que no hacemos nada que pudiera poner en peligro a los que siguen en el edificio”.
La policía negociaba con el hombre armado, e indicó que no tenían información que apuntara a que alguien había sido herido. Scipione dijo que no habían confirmado que el incidente estuviera relacionado con el terrorismo.
“Nuestro único objetivo y durante todo el tiempo que dure esto, es traer aquí fuera de forma segura a esas personas que ahora están atrapadas en ese edificio”, dijo.
El Canal 10 de noticias dijo haber recibido un video en el que un rehén dentro del local había recogido las demandas del hombre armado. La cadena dijo que la policía les había pedido que no lo emitieran, y por otro lado, Scipione pidió a todos los medios que pudieran ser contactados por el sospechoso que le instaran a dirigirse a la policía.
El drama comenzó en torno a las 9:45 de la mañana en Martin Place, una plaza en el corazón del distrito financiero y comercial de la ciudad que está llena de compradores buscando regalos en esta época del año. Muchos de los que estaban en el café se habrían visto atrapados cuando pararon a tomar un café por la mañana.
A través de las puertas de cristal podía verse al hombre armado yendo de un lado a otro del local. El reportero Chris Reason dijo que el hombre parecía llevar una escopeta, no estaba afeitado y vestía una camisa blanca y un gorro negro.
El personal de la cadena distinguió a unas 15 personas diferentes entre los rehenes colocados junto a las ventanas.
“El hombre armado parece estar rotando a esta gente por estas posiciones en las ventanas con la cara y las manos contra el cristal”, dijo Reason en un reportaje desde su punto de observación. “Una mujer que hemos visto estuvo allí al menos dos horas, lo que con certeza fue un tiempo extraordinario y agónico para ella, teniendo que mantenerse tanto tiempo de pie”.
“Hace apenas dos horas, cuando vimos esa serie de huidas, pudimos ver desde aquí en este punto de observación que el hombre armado se mostró muy agitado al darse cuenta de que esos cinco habían salido. Empezó a gritar órdenes a la gente, a los rehenes que se quedaron atrás”, añadió.
Por su parte, el portavoz del hospital de St. Vincent, David Faktor, dijo que uno de los rehenes fugados se encontraba en estado satisfactorio en su unidad de urgencias. Fue el único de los prisioneros liberados trasladado al hospital, y Scipione señaló que se le había atendido por un problema preexistente.
Cientos de policías inundaron la zona, donde se cortaron calles y evacuaron oficinas. Se advirtió al público que se mantuviera alejado de la plaza, donde se ubican la oficina del primer ministro del estado, el Banco de Reserva de Australia y la sede de dos de los mayores bancos del país. El parlamento estatal se encuentra a unas pocas cuadras.
Las autoridades recomendaron a los empleados de la zona acordonada que se quedaran en casa el martes, indicando que la policía creía que la situación podría alargarse hasta el día siguiente.
“Este es un incidente muy perturbador”, dijo el primer ministro, Tony Abbott. “Es profundamente chocante que personas inocentes estén como rehenes de una persona armada que afirma una motivación política”.
Lindt Australia subió un mensaje a su página de Facebook dando las gracias al público por su apoyo.
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