Marchas en casi todas las provincias y una convocatoria de 300.000 personas en Buenos Aires, bajo el lema común #Ni una menos, dieron la tónica ciudadana sobre la lucha contra los crímenes de género, buscando soluciones a un problema extensivo a Uruguay, y sin dudas, a buena parte del resto del mundo.
A las protestas multitudinarias se sumaron figuras como Leonel Messi, que publicó en Facebook “Basta de femicidios. Desde Barcelona nos sumamos hoy a todos los argentinos para gritar bien alto #NiUnaMenos”. Foto: AFP.
La Plaza del Congreso en Buenos Aires, fue una vez más el epicentro del espíritu de los argentinos, cuyo momento de máxima convocatoria fue durante la oratoria que reclamó, entre otras cosas, la aplicación de la Ley de Protección Integral a las Mujeres.
“En la comisaría y en el hospital, violencia patriarcal”, “Los hombres no pueden ser nuestros dueños”, “Cuando una mujer avanza ningún hombre retrocede”, “Basta de inseguridad familiar”, decían cientos de pancartas que abrían el paso de las distintas organizaciones y grupos, pero los había más simples e individuales -“basta de muertes”, “basta de maltratos”, “Estoy acá porque mi papá nos trata mal”- según los testimonios que publica el diario Clarín.
Un documento que pauta una realidad sin palabras
A media tarde en el escenario, Maitena, leyó el documento central de la convocatoria, que reproduce parcialmente el diario Página 12.
“En 2008 mataron una mujer cada 40 horas; en 2014, cada 30; esos 7 años, los medios publicaron noticias sobre 1808 femicidios. ¿Cuántas mujeres murieron asesinadas por ser mujeres en 2015? No lo sabemos. Pero sí sabemos que tenemos que decir basta. En estos años, los femicidios dejaron cerca de 1500 niñas y niños huérfanos y algunos de ellos están obligados a convivir con los asesinos”, definió la situación Maitena. “El problema es de todos y todas. La solución hay que construirla en conjunto. Necesitamos sumar compromisos para cambiar una cultura que tiende a pensar a la mujer como objeto de consumo y descarte y no como una persona autónoma”, agregó.
Una enfervorizada multitud aplaudió y ovacionó sus palabras, cuando apuntó la responsabilidad sobre la clase política de Argentina. “La violencia ejercida en el ámbito doméstico se vincula con cuestiones sociales que deben ser discutidas en la esfera de la política”. Reafirmó en esa línea “el derecho a decir no frente a aquello que no se desea: una pareja, un embarazo, un acto sexual, un modo de vida preestablecido”.
En el interior argentino, Córdoba y Tucumán fueron las ciudades que mayores convocatorias registraron según algunos medios, aunque las adhesiones fueron públicas y populosas en casi la totalidad del país.
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