viernes, 30 de enero de 2015

Al menos seis muertos en el naufragio de una patera cerca de Melilla


La embarcación transportaba a 20 personas, 10 de ellas han sido rescatadas con vida




La madrugada ha devuelto la muerte al Mediterráneo. El sufrimiento vuelve a teñir las aguas que separan Europa y África. Seis personas han fallecido esta noche y cuatro, al menos, se encuentran desaparecidas tras el naufragio de una patera que había salido de la costa de Nador y se dirigía hacia la ciudad española de Melilla. Las autoridades marroquíes, que han rescatado con vida a 10 inmigrantes, han asegurado a la agencia de noticias MAP que viajaba en la embarcación una veintena de personas. Aunque la ONG Caminando Fronteras, en contacto con los sin papeles, ha asegurado que esta cifra se elevaba hasta 31. "La mayor parte eran de origen guineano. Muchos de ellos, adolescentes", ha remachado el colectivo

Salvamento Marítimo, tras recibir una llamada de alerta, ha contactado a primera hora de esta mañana con las fuerzas de seguridad del país africano, que le han informado del hallazgo de seis cadáveres y le han confirmado la tragedia. Esta se ha producido cerca de la conocida como Playa Bocana, situada a unos seis kilómetros del puerto de Nador, la ciudad marroquí más próxima a Melilla. Los investigadores barajan como causa del naufragio el fuerte temporal que azota este viernes la zona, que ha llegado a provocar la suspensión de los enlaces de ferry que unen la ciudad autónoma con la Península.
Las diez personas rescatadas con vida han requerido asistencia médica, por lo que se les ha trasladado hasta el hospital Hassani de Nador. Aunque nueve ya han abandonado el centro sanitario.
Este suceso, el primero de esta clase en el año 2015, se produce cuando Marruecos ya ha cerrado el periodo excepcional de regularización de emigrantes en su suelo, que ha durado durante todo 2014, y cuando existe temor entre los extranjeros indocumentados de que se produzcan campañas de expulsiones entre los no regularizados.
Un total de 3.072 inmigrantes se dejaron la vida en 2014 al tratar de cruzar el Mediterráneo, en un intento por alcanzar las costas europeas, según un informe de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM). Este estudio —titulado Viajes Fatales— resaltaba, además, que desde el año 2000 más de 40.000 personas han fallecido tratando de entrar de forma irregular a otros países, ya sea por vía marítima o terrestre.

 /  Madrid / Rabat 


Cientos de argentinos reclaman justicia ante los restos de Nisman


La exesposa del fiscal y madre de sus hijas dijo en el funeral: “Los que te conocemos sabemos que esto no fue decisión tuya”



Los restos del fiscal Alberto Nisman fueron inhumados este jueves en una ceremonia religiosa cerrada al público en el cementerio judío de La Tablada, en el municipio bonaerense de La Matanza. Aunque tanto el entierro como el velatorio del día anterior en el barrio porteño de Belgrano se celebraron en la intimidad, el cortejo fúnebre que transportó los restos de Nisman fue aplaudido por cientos de argentinos que gritaron "justicia", cantaron el himno del país y portaron carteles donde se leía “Todos somos Nisman”.
Durante la ceremonia de despedida en el cementerio, la exesposa de Nisman y madre de sus dos hijas, la jueza Sandra Arroyo Salgado, leyó dos cartas escritas por sus hijas y después dijo: “Los que te conocemos sabemos que esto no fue decisión tuya. Tenemos la certeza de que esto fue obra de otras personas”, según informa el diario Clarín.
Los forenses que practicaron la autopsia de Nisman -que el pasado 19 de enero fue hallado muerto en el cuarto de baño de su casa con un tiro en la sien- dictaminaron que no hubo intervención de terceras personas en su muerte. Pero buena parte de la sociedad está convencida de que el fiscal, encargado de investigar el atentado terrorista contra la mutualidad israelí de Buenos Aires y que habíaacusado a la presidenta Cristina Fernández de encubrir a Irán, fue asesinado. Por eso, cientos de argentinos aprovecharon el paso del cortejo fúnebre para volver a reclamar justicia, tal como lo hicieron miles de personas el lunes 19 de enero en las principales ciudades del país.
Las hijas de Nisman, Lara y Kala, menores de edad, publicaron un mensaje de despedida en la sección de anuncios fúnebres del diario La Nación: “Papá, nosotras, tus hijas, Lara y Kala, solo necesitábamos de vos, tu presencia y compartir buenos momentos. Hoy te despedimos, sabiendo de tu dedicación al trabajo. Esperamos que ahora puedas estar en paz. Nosotras guardamos en nuestro corazón los lindos momentos vividos juntos”. Junto al mensaje de las niñas, la exesposa de Nisman escribió: “Transito este momento con desconcierto y profundo dolor por nuestras hijas. Te despido anhelando que encuentres la paz, que tu entrega al trabajo no te permitió disfrutar en plenitud”.
Durante la tarde y noche del miércoles se celebró el velatorio de Nisman al que asistieron, entre otros, el embajador de los Estados Unidos, Noah Mamet, y los principales dirigentes de la comunidad judía argentina. Por la tarde, varios asistentes destrozaron la corona de flores que envió la fiscal general, Alejandra Gils Carbó, a quien la prensa más crítica con el Gobierno califica de “ultrakirchnerista”. La fiscal fue recibida entre abucheos, insultos y silbidos por decenas de personas que se encontraban fuera del recinto donde se celebraba el velatorio.



“México no es que me duela; me da vergüenza”


La periodista se da una baño de masas en la Facultad de Filología de la Complutense antes de recibir el doctorado 'honoris causa'



La escritora mexicana Elena Poniatowska (París, 1932), una de las voces más críticas del México trágico, y a la vez mágico y querido, de nuestros días, se dio ayer un baño de masas en un acto organizado por la Facultad de Filología de la Universidad Complutense de Madrid, preludio del doctoradohonoris causa que hoy le entregará la institución. “Estoy muy emocionada”, dijo la autora.
Tras el homenaje en el que hubo representación teatral y debate, decenas de estudiantes esperaron pacientemente para que la autora deLa noche de Tlatelolco (1971) les firmara un ejemplar del libro que, inencontrable en España, acaba de publicar en una edición especial la propia Universidad en colaboración con la editorial Escolar y mayo. Incluso accedió a ponerse un pin en forma de triángulo rojo, la identificación de los republicanos españoles en los campos de concentración nazis, que le entregó una alumna cuyos familiares estuvieron en Mauthausen. En las paredes de la facultad y en el salón de actos donde tuvo lugar el encuentro, había carteles con los rostros de los 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa asesinados el pasado 26 de septiembre en Iguala (Estado de Guerrero) a manos de los sicarios del narco tras ser confundidos con miembros de un cartel rival, según la versión oficial del Gobierno mexicano.
A sus casi 83 años, la escritora y periodista (“periodista ante todo, siempre lo digo, y lo voy a ser toda la vida”, recalca) va rejuveneciendo décadas a medida que habla hasta que asoma el joven rostro de aquella informadora que denunció la matanza por orden del Gobierno del PRI de decenas de estudiantes (aún se desconoce el número) en la Plaza de Tlatelolco en 1968, uno de los capítulos más duros de la historia mexicana hasta la masacre de Iguala.
El Gobierno tardó mucho en el caso Iguala. Somos un país racista”
No solo son joviales sus ojos, sino su risa de niña, su ironía y su sentido del humor en el que canta verdades, salpicadas por el colorista y creativo español de México. Su vitalidad es tal que en una comida posterior al acto, dio cuenta de una paella y dos vasos de vino tinto, mientras desgranaba maldades contra algunos escritores contemporáneos y seguía firmando libros. “España me da puras maravillas” dijo, refiriéndose a un galardón, el primero que le concede una institución académica española, que se suma al Premio Cervantes 2013, al Premio Alfaguara 2001, a la Legión de Honor francesa o al Mary Moors Cabot de Periodismo de la Universidad de Columbia, entre otros muchos. “En México hemos sentido en estos últimos tiempos el calor con que nos mira España”.
España me da puras maravillas y sentimos el calor con que nos mira”
Firmemente comprometida con la causa de los derechos humanos, la autora de biografías como TinísimaLeonora ve un paralelismo entre los sucesos de Tlatelolco e Iguala y arremetió contra el Gobierno de Enrique Peña Nieto.
“El Gobierno se tardó mucho en la investigación, lo que demuestra que México es un país racista porque eran estudiantes pobres y los pobres tienen pocas oportunidades y los ricos, muchas porque existe una enorme impunidad”, aseguró. “El presidente, su esposa y hasta el ministro de Economía se han comprado casas a precios millonarios que para sí quisieran muchos actores de Hollywood. No sé cómo Meryl Streep no se viene a México. Se comportan como si fueran Luis XIV o los dictadores Duvalier de Haití. Me da la patada. No es que me duela México, es que me da vergüenza”.
Infatigable (“yo no me cansé”, dijo, en un juego de palabras con el lema Ya me cansé que inundó las redes sociales y las calles mexicanas después de que el procurador general Jesús Murillo Karam, manifestara refiriéndose al caso Iguala: “Ya me cansé”), Poniatowska afirmó que no hay nada como la indignación “para mantenerte encendido como una llamarada y voy a seguir indignada. Ojalá se sepa la verdad algún día”.

Secretaria de Cultura

Firme partidaria de Andrés Manuel López Obrador, líder carismático de la izquierda mexicana y ahora dirigente de Morena (Movimiento de Regeneración Nacional), que llegó a proponerla en las últimas elecciones como secretaria de Cultura (“un cargo para el que no valía porque soy desorganizada”), Poniatowska mira con simpatía a Podemos (“me hace gracia el de la coleta, aunque no conozco la política española, y más los griegos de Syriza”).



67 años sin Gandhi, el mundo lo recuerda celebrando el Día de la Paz y la no violencia


Este 30 de enero diversos países alrededor del mundo celebran el día de la paz y la no violencia, conmemorando el aniversario del asesinato de Mahatma Gandhi, ocurrido hace 67 años.


Gandhi murió asesinado en el año 1948, en manos de un fanático. Se recuerda su figura y su legado en todo el mundo, celebrando el día de la paz y la no violencia, incentivando a la tolerancia y el amor entre los seres humanos. Cuando se cumplieron 49 años de su muerte, las cenizas de Gandhi fueron arrojadas al Ganges. Se le dio en vida el nombre honorífico “Mahatma”, que significa alma-grande.
Gandhi nació en la India en 1869, su nombre se convirtió pronto en una de las máximas referencias por el pacifismo mundial, a la vez que un referente indiscutido en la lucha por los derechos humanas, llevada adelante mediante acciones de no violencia. Introdujo métodos novedosos de lucha como la huelga de hambre, rechazando la lucha armada, desde 1918 perteneció abiertamente al frente del movimiento nacionalista indio

Una lucha sin igual

El líder político y espiritual de la India, se trasladó a Inglaterra donde estudió derecho, y luego a Sudáfrica, en donde se encontró con el apartheid. En Sudáfrica inició su incansable lucha pacifista, que se basó en la resistencia y en no cooperar con las autoridades del lugar. Luchó dos décadas allí, para instalarse luego en su país, y comenzar a pelear por la independencia de la India. Gran Bretaña concedió la independencia hacia 1947, aunque la India y Pakistán se convirtieron entonces en dos estados independientes, lo que lo desalentó profundamente, y en 1948, Gandhi murió asesinado. El asesino, Nathuram Vinayak Godse (1910-1949), miembro de un grupo extremista hindú, lo sorprendió cuando se dirigía a su habitual rezo de la tarde en Nueva Delhi.
El líder intentó reformar la sociedad india luego de conseguida la independencia, a través de la integración de las castas más bajas y el desarrollo de las zonas rurales. Estuvo en contra de los conflictos religiosos que sucedieron a la independencia, y defendió a los musulmanes en territorio indio.
Fue arrestado en numerosas ocasiones, y puesto en libertad otras tantas, debido a la gran presión que ejerció el pueblo indio a su favor. Su legado y su obra están centrados en la espiritualidad y el amor entre las personas, teniendo una influencia decisiva del texto sagrado Bhagavad Gita. Además, destaca la influencia de Tolstoi, con quien mantuvo asidua correspondencia. Sus escritos fueron inspiración para otros políticos y pensadores alrededor de todo el mundo.

Sobre la salud y la alimentación

En los escritos que Gandhi dejó, existe una parte importante dedicada a expresar sus ideas acerca de la salud y la alimentación. Algunos de los fragmentos más conocidos al respecto son:
“Aunque he tenido dos enfermedades graves en toda mi vida, creo que el hombre no tiene prácticamente necesidad alguna de tomar medicinas. De mil casos, novecientos noventa y nueve pueden tratarse con una dieta bien equilibrada, un tratamiento a base de tierra y agua y similares tratamientos caseros”.
“Vivimos con la fatal ilusión de que ninguna enfermedad puede curarse sin medicamentos. Esta creencia ha hecho más daño a la humanidad que cualquier otro mal. No cabe duda de que tenemos que curarnos las enfermedades, pero no son los medicamentos los que las curan. Y no solo son estos sencillamente inútiles, sino que a veces son decididamente nocivos”
“No considero necesario que el hombre coma carne en ningún lugar y en ningún clima en los cuales pueda vivir de ordinario un ser humano. Sostengo que comer carne es inadecuado para nuestra especie”
Un país, una civilización se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales”.
Se lo recuerda internacionalmente por su ejemplo de lucha pacífica, su compromiso político con las causas de los oprimidos, su espiritualidad y su inmensa entrega, en días donde las ideas que pregonó y defendió hasta su muerte, se hacen más que vigentes.




“Concierto por la memoria”, de la Orquesta del Sodre, con la participación de Ignacio Guido Montoya Carlotto


La Orquesta Sinfónica del Sodre dará comienzo a su temporada 2015 con un ''Concierto Por la Memoria'', contará con la participación especial de Ignacio Guido Montoya Carlotto y Estela Medina.



Bajo la dirección del maestro Luis Gorelik, la Orquesta Sinfónica del Sodre inaugura la temporada 2015 con un “Concierto por la memoria”. Entre las obras que interpretarán se encuentran algunos de Guiseppe Verdi, Ariel Hagman, Ignacio Guido Montoya Carlotto y Carlos “Negro” Aguirre.
Ignacio Guido Montoya Carlotto , el nieto recuperado de Estela de Carlotto, estará participando como invitado especial. Además, participará la actriz Estela Medina, y estará Hugo Fattoruso en el acordeón.
El concierto tendrá lugar el sábado 21 de febrero a las 20:30 en el Auditorio Nacional del Sodre Dra. Adela Reta. Las entradas están a la venta en Tickantel y en la boletería del Auditorio.

El concierto

Luis Gorelik
Director Artístico de la Orquesta Sinfónica de Entre Ríos desde 2010. Nació en La Plata en 1963 y se formó con Pedro Calderón en Argentina y con Mendi Rodán en Israel, donde se graduó con distinciones. En Argentina es regularmente invitado a tomar parte en las temporadas del Teatro Colón de Buenos Aires, así como a la Orquesta Sinfónica Nacional en La Plata y otras orquestas nacionales.
Ignacio Guido Montoya Carlotto
Es el nieto restituido de Estela Carlotto. Es un músico que, más allá de la circunstancia que le tocó vivir, desarrolló una personalidad musical que se expresa en sus composiciones. Participó en noviembre de 2014 como invitado de la primera edición del Concierto del Encuentro, realizado en la ciudad de Paraná, Entre Ríos, junto a otros importantes músicos y a la Orquesta Sinfónica de esa provincia.
Dirección musical Luis Gorelik
Solistas
Elida Gencarelli (piano) Estela Medina (actriz) Ignacio Guido Montoya Carlotto (piano) Carlos Aguirre (piano) Ignacio Hurban (piano) Sergio Fernández Cabrera (guitarra) Hugo Fattorusso (acordeón)
Programa
Giuseppe Verdi La Forza del Destino Obertura
Ariel Hagman Elegía
Solistas Elida Gencarelli y Estela Medina
Sobre Poemas del libro “Carta Abierta” de Juan Gelman. 1er. Premio Internacional de Composición Sinfónica Ibermúsicas 2013
Ignacio Guido Montoya Carlotto Suite de temas propios para piano y orquesta
Siete cuartos y ninguna flor
Los niños que soñaban en colores
Verde agua
La ruta de la seda
Carlos “Negro” Aguirre Suite de temas propios
El río del zurdo
Estampa de río crecido
En la vía
Sueño de arena
Huella mora
En la frontera
El diminuto Juan (Carlos Aguirre / Jorge Fandermole)
Rosarito Vera, maestra (Ariel Ramírez / Félix Luna)
Mar adentro
Arreglos de Gustavo “Popi” Spatocco



Fanatismo, tolerancia cero




Sea religioso, ideológico, deportivo… fanatismo, no. Es la negación de las distintivas calidades humanas. Debe erradicarse. Cualquier brote es peligroso.
Islamofobia, xenofobia de cualquier tipo, exaltación de cualquier índole, no. Hasta hace poco, la gente no podía expresarse libremente. Ahora sí. El tiempo de los espectadores impasibles, del silencio y de la sumisión ha concluido.
Europa, muy especialmente, debe ser referente en el pleno ejercicio de los derechos humanos. La Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea, del año 2000, es mucho más importante, muchísimo más, que la prima de riesgo. La crisis no es sólo económica. Es sobre todo ética. Es la debacle de un sistema guiado por la codicia y el cortoplacismo. Un sistema que ha sustituido los valores morales por los bursátiles y las Naciones Unidas por grupos plutocráticos. Un sistema que ha sido capaz de invadir a otro país, con miles de muertos, mutilados y desplazados, con argumentaciones falsas, para justificar sus ambiciones geoeconómicas.
Fanatismo de nadie, por nada, a escala personal o colectiva. Tolerancia cero.
Todos los seres humanos disfrutando de todas las libertades, todos lo derechos, sin cortapisas. La emoción no puede sustituir a la razón, no puede anular las características que posee de forma exclusiva la especie humana.
En los últimos años, junto a acciones terroristas propiciadas por el fanatismo tanto inter como intrarreligioso se han producido, en países que deberían ser ejemplo de solidaridad y buen sentido, reacciones xenofóbicas extraordinariamente peligrosas. La historia nos demuestra que no deben tolerarse y que corresponde a instituciones internacionales revestidas de gran autoridad moral no consentirlo. Si en 1933, cuando Hitler escribió en “Mein Kamf” que “la raza aria es incompatible con la raza judía”, se hubiera reaccionado con contundencia por parte de la Sociedad de Naciones… ni el holocausto ni, muy probablemente, la II Guerra Mundial hubieran tenido lugar. Pero la Sociedad de Naciones no pudo hacer nada porque el Partido Republicano de los EE.UU. no había permitido que su país fuera parte de la institución que su propio Presidente había creado, y carecía, por tanto, de la fuerza moral, estratégica y “física” necesaria para intervenir.
Todos los seres humanos son, sin excepción, iguales en dignidad y corresponde, ante una calidad de naturaleza global y una amenaza igualmente global, dotar al multilateralismo democrático de los recursos de toda índole que se precisan para esta “tolerancia cero”. Es apremiante refundar un sistema de Naciones Unidas que permita a la humanidad esclarecer horizontes hoy tan sombríos, porque está claro que la fuerza de la razón no prevalecerá sobre la razón de la fuerza hasta que no seamos “Nosotros, los pueblos”, quienes tengamos en nuestras manos las riendas del destino común.
Ya podemos expresarnos. Seamos millones los que unamos nuestras voces en el ciberespacio para rechazar de plano cualquier manifestación de fanatismo. Tolerancia cero.

Federico Mayor Zaragoza
Presidente de la Comisión Internacional contra la Pena de Muerte, ex director general de la UNESCO, presidente de la Fundación Cultura de Paz.


La vulnerabilidad de una tarjeta de crédito

Un experimento del MIT puso en evidencia lo necesarias que son las tecnologías para proteger el anonimato de la información financiera


Algunos pocos datos que se pueden obtener de una transacción con tarjeta de crédito, como el lugar y la fecha en que se realizó la compra de un café, son suficientes para identificar al titular de la cuenta, aseguraron expertos.
Los investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, nordeste de Estados Unidos) y de la Universidad Aarhus, en Dinamarca, pudieron recuperar la identidad de 90% de los titulares de las tarjetas de crédito con apenas cuatro datos, entre algunas tan sencillas como la fecha y lugar de una compra.
Si además se sabe el monto de la compra, la posibilidad de identificar el nombre del titular aumenta un 22%, explicaron los autores en el estudio publicado el jueves en la revista estadounidense Science.
El trabajo evalúa la eficacia de los sistemas de protección de identidad usadas por instituciones que manejan bancos de datos de clientes que pagan con tarjetas de crédito, además de los bancos cada vez un número mayor de tiendas, supermercados y otros comercios manejan sus propias bases de datos de clientes.
Los investigadores analizaron las informaciones financieras de 1,1 millón de personas, durante tres meses, en un país no identificado de la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico).
Estos datos fueron anónimos, es decir, los nombres y los números de cuenta o cualquier otro identificador simple fue borrado.
Incluso la identidad de los compradores pudo establecerse cuando los datos son menos específicos, por ejemplo una compra efectuada en una zona geográfica y no en una tienda específica o durante un lapso de tiempo en lugar de una fecha precisa, según los científicos.
Ellos constataron que las mujeres y las personas con ingresos más altos son más fáciles de identificar. Según los investigadores, estas personas tienen formas distintivas de compartir su tiempo en cada una de las tiendas donde van.
El reporte muestra, según los autores, que tecnologías más avanzadas son necesarias para proteger el anonimato de los datos financieros y de las informaciones personales, en general.




martes, 27 de enero de 2015

La voz inagotable de los supervivientes de Auschwitz


Primo Levi, Elie Wiesel, Imre Kertész y Odette Elina escribieron obras maestras



En el 60 aniversario de la liberación de Auschwitz estuvieron presentes 1.500 supervivientes. Este año, una década después, se esperan 300. Los historiadores calculan que del millón trescientas mil personas deportadas, sobrevivieron en torno a 200.000. Setenta años después de la entrada de las tropas soviéticas en el campo de exterminio nazi, la era de los que estuvieron allí llega a su fin, los testigos, tanto las víctimas como los verdugos, se extinguen lentamente. Ya hace diez años, cuando publicó su monumental investigación sobre el campo, el historiador británico Laurence Rees se sentía apremiado por esa próxima ausencia inevitable. “En poco tiempo, el último superviviente y el último criminal se reunirán con quienes fueron asesinados en el campo”, escribe en Auschwitz(Crítica), un libro y un documental de la BBC. “Entonces no quedará nadie en esta tierra que haya conocido directamente lo ocurrido en ese lugar. Y existe el peligro de que, cuando esto suceda, la historia se funda con el pasado distante y se convierta apenas en un acontecimiento terrible entre muchos más”.
Existen cientos de testimonios grabados, miles de libros, museos de un rigor apabullante o fotos espeluznantes en su naturalidad —como la serie que se conserva de judíos húngaros seleccionados para las cámaras de gas que esperan charlando, sentados en un prado, la terrible suerte a la que son ajenos—. Y, claro, está el propio campo de Auschwitz-Birkenau, en Polonia, patrimonio de la Humanidad de la Unesco, que se prepara para una gran transformación precisamente por la desaparición de los testigos. Los responsables de la gestión del antiguo campo nazi se enfrentan a su compleja restauración y a la adaptación del museo para generaciones que no vivieron la II Guerra Mundial. También, y no es asunto baladí, para una Europa que en algún momento pensó que se había librado de la sombra del fascismo y del antisemitismo cuando la realidad está demostrando exactamente lo contrario.
Sin embargo, Auschwitz, la Shoah, ofrece una forma de memoria única, imborrable, que retrasa en cierta medida, tal vez para siempre, la desaparición de los testigos: un puñado de obras literarias imborrables, testimonios vivos del horror, que logran contar lo que no se puede contar. Los libros de los que estuvieron ahí, algunos fallecidos, otros todavía vivos, Primo Levi (1919-1987) con su trilogía sobre Auschwitz, que arranca con Si esto es un hombre (Península); Elie Wiesel (1928) con La noche, el alba, el día (El Aleph), Imre Kertész (1929) con Sin destino o Kaddish por el hijo no nacido (Acantilado) y Odette Elina (1910-1991) —menos conocida aunque no menos importante que los anteriores, porque sólo escribió un libro, Sin flores ni coronas (Periférica)— representan cumbres de la literatura universal y, a la vez, testimonios imprescindibles de “la noche más negra de la humanidad, cuando millones de personas sufrían y morían bajo el terror nazi”, como escribió William Styron, autor de una notable novela sobre el campo, La decisión de Sophie.
Sin embargo, por muchos millones de ejemplares que haya vendidoEl niño del pijama a rayas (que muestra el inagotable interés del lector por el Holocausto), la ficción no puede ser el vehículo para entrar en la memoria del campo. A la lista anterior habría que añadirEl diario de Ana Frank, la niña holandesa fallecida en Bergen Belsen tras pasar por Auschwitz cuyas memorias son uno de los pocos libros sobre los que se puede decir que son universales; Maus (Mondadori),el cómic de Art Spiegelman que relata la historia de su padre y que es una imborrable reflexión sobre los supervivientes del Holocausto; las memorias del psiquiatra Viktor Frankl El hombre en busca de sentidoShoah, el documental de Claude Lanzmann, que relata el conjunto de los campos de la muerte.
“Que este testimonio pueda despertar en ellos el horror del nazismo, pero también la esperanza en el porvenir del hombre”, escribe Odette Elina, judía francesa, deportada también como resistente, que logra capturar lo indecible en menos de 100 páginas. Sin embargo, su libro, como los de Primo Levi, Kertész (premio Nobel de Literatura) o Wiesel (premio Nobel de la Paz), tiene un fondo profundo de desesperanza porque gira en torno al gran tema que plantea la Shoah: la superviviencia y la deshumanización, la destrucción de los seres humanos bajo el terror máximo del exterminio.
“El odio entre los detenidos, aquel odio surgido de la lucha por la vida”, asegura Elina. “Las bestias quieren arrebatarnos lo que nos resta de dignidad, quieren dejar en nosotros sólo los instintos animales”, prosigue. Wiesel relata cómo, cuando trataba de salvar a su padre muy enfermo, el jefe del barracón le dice: “Escúchame bien pequeño. No olvides que estás en un campo de concentración. Aquí cada uno debe luchar por sí mismo y no pensar en los demás. Ni siquiera en su padre. Aquí no hay padre que valga, ni hermano, ni amigo. Cada uno vive y muere para sí, solo. Te ofrezco un consejo: no des más tu ración de pan y sopa a tu viejo padre. No puedes hacer nada por él. Y te matas a ti mismo. Al contrario, deberías recibir su ración”. Primo Levi lo expresa así: “Es hombre quien mata, es hombre quien comete o sufre injusticias; no es hombre quien, perdido todo recato, comparte la cama con un cadáver. Quien ha esperado que su vecino terminase de morir para quitarle un cuarto de pan, está, aunque sin culpa suya, más lejos del hombre pensante que el sádico más atroz”.
Son sólo pequeños fragmentos de obras literarias inmensas y a la vez testimonios documentales inagotables que nunca terminaremos de leer porque nunca terminaremos de entender. Como dijo Elie Wiesel en una entrevista con este diario: “Hay en la humanidad fuerzas tenebrosas, destructoras; dado que esas fuerzas están vivas y actúan, es ahí donde el desafío se presenta al hombre. Pero no basta con la vigilancia. El acontecimiento es ontológico, trascendente. No podemos decir que hay sólo una lección. Hay mil lecciones y no hay ninguna. Todavía no hemos conseguido abordar este tema. Se queda fuera de todo entendimiento, de toda percepción. Podemos comunicar algunos retazos, algunos fragmentos; pero no la experiencia. Lo que hemos vivido nadie lo conocerá, nadie lo comprenderá”.

 Madrid 



Una marea humana recorre durante ocho horas la capital mexicana en paz


Padres de los 43 estudiantes de Iguala retan al Gobierno con un boicot a las elecciones



Poco después de las seis y media de la tarde, llegaban al zócalo de la Ciudad de México las cuatro marchas que han mantenido en vilo este lunes a la capital del país. Decenas de miles de personas, maestros de Oaxaca, Michoacán, el Distrito Federal y Guerrero, así como estudiantes y organizaciones civiles, partían a las diez de la mañana desde diferentes puntos del Distrito Federal para exigir la presentación con vida de los 43 estudiantes de magisterio desaparecidos la noche del 26 de septiembre en Iguala.
“Manuel, te amo”, decía uno de los portavoces de los padres de familia en el mitin que culminó la jornada de protestas en varias ciudades del mundo. Frente al Palacio Nacional, sobre el mismo escenario donde unos minutos antes un grupo de música ofrecía un concierto y animaba a los asistentes a darse un abrazo, los familiares de las víctimas clamaron contra el Gobierno de Enrique Peña Nieto y desafiaron a los gobernantes con boicotear las elecciones del próximo mes de junio. “No a las votaciones porque ningún partido da solución a los problemas de México. El gobierno del pueblo, las asambleas populares, son las únicas que pueden sacar adelante al mismo pueblo”. Junto a ellos, los rostros de los normalistas iluminaban el palco cuando ya comenzaba a anochecer en la capital del país.
A cuatro meses de la desaparición de los jóvenes, los restos hallados por la fiscalía mexicana tan solo han servido para identificar a uno de los estudiantes, Alexander Mora. Los padres de los normalistas dudan de la versión oficial, que señala que estos fueron entregados por la policía local de Iguala a miembros del cartel Guerreros Unidos, una organización criminal que opera en el territorio. Según esa versión,los narcotraficantes habrían quemado a los jóvenes durante horas en el basurero de Cocula, situado a unos 30 kilómetros de distancia del lugar del secuestro. Los familiares, alentados por algunas informaciones, implican al Ejército mexicano en los hechos. Una gran manta colgada este lunes en uno de los monumentos emblema de la ciudad, el Ángel de la Independencia, acusaba a los militares del asesinato de los 43.
Carmelita Cruz, madre de uno de los estudiantes, cargó durante su intervención en el Zócalo contra la institución. “El Ejército se llevó a nuestros hijos, queremos que nos los entreguen”, gritaba con voz desgarrada.
Los padres de familia recordaron también el carácter pacífico de la marcha en el mismo momento en que un grupo de personas comenzó a quemar una figura del presidente en la plaza. Los actos vandálicos se han sucedido en cada protesta, incluidas las celebradas en la capital. En una de ellas, un grupo de encapuchados prendió fuego a la puerta del Palacio Nacional.
Con proclamas contra Peña Nieto, el Ejército mexicano y el alcalde de Iguala y su esposa -ambos en prisión después de ser acusados por su participación en los hechos y nexos con el crimen organizado- solo hubo un gran ausente: las bandas del narcotráfico a las que el Gobierno atribuye la matanza de Iguala y cientos de crímenes más por todo el territorio nacional.