viernes, 9 de mayo de 2014

Rosa Luna

Rosa Amelia Luna (MontevideoUruguay20 de junio de 1939 - Canadá13 de junio de 1993), bailarina y vedette del carnaval montevideano.



Nació en el Conventillo Mediomundo, sitio emblemático de la comunidad afrodecendiente del Uruguay. Fue un ícono del carnaval uruguayo, y una vedette que se imponía por su fuerte personalidad y su exuberante figura. Fue tambiéncoreógrafa.Tuvo un novio llamado Carlos Fernandez.Además tuvo dos hermanas
A partir de la década de 1960 se convirtió en la máxima figura femenina, rivalizando con la hasta entonces imbatible Martha Gularte.
Su temprana muerte, cuando estaba de gira por Canadá, sorprendió a la opinión pública y privó al Desfile de Llamadas -máxima fiesta de la raza negra-de una presencia imposible de sustituir
Hija natural, negra y pobre, Rosa trabajó de doméstica desde niña, sufrió maltratos de su padrastro, manoseo de sus patrones y discriminación. Se vinculó al carnaval y debutó en la comparsa Granaderos del Amor. Llena de vitalidad y alegría pasaba las noches bailando candombe. Formó parte de casi todas las comparsas: Zorro Negro, Morenada, Serenata Africana, Fantasía Negra, entre otras, siempre como bailarina principal: era la vedette.
Rosa se convirtió en la atracción de los desfiles de Carnaval y de las Llamadas, que se iniciaron en 1956: no sólo quería bailar, quería actuar: cantaba, se contorneaba en sus tacos de gran altura. Valiente y muy decidida se convirtió en coréografa, dirigía ella misma sus propias comparsas, diseñaba y confeccionaba su vestuario y sus plumas.
Tenía una columna semanal en el diario La República, donde expresaba su preocupación por la comunidad negra, por la condición de la mujer y por la injusticia social. Escribió canciones que grabó con su voz y luego interpretaron otros, como Ruben Rada y Horacio Guarany. En el carnaval, en la década de 1960 fue la máxima figura femenina, rivalizando con otra vedette sensacional, Martha Gularte. Rosa ha hecho giras artísticas por Europa, Australia y Estados Unidos, haciendo conocer el ritmo del candombe. Ha recibido numerosos premios.

A los 42 años encontró el amor de su vida, Raúl, un joven casi veinte años menor y con quien adoptó un niño, Rulito. Formó la Tribu de Rosa Luna, un conjunto musical con el que realizaba presentaciones en diversos sitios. Escribió su autobiografía "Sin tanga y sin tongo" donde expuso sus dificultades y las de su comunidad, habló de su país y de sus sueños.
Como militante social fue Presidenta de la Organización Mundo Afro desde sus inicios, en 1988, para promover la cultura afro y trabajar por los derechos de los negros y de las mujeres. Muchos artistas le dedicaron temas: Jaime Roos, El Sabalero, Los Olimareños. Era conocida como Reina Africana, Vedette del Asfalto, Alma del Carnaval, Eva de ébano. En 1993 estando en una gira por Canadá, le sorprendió la muerte. Sus restos están en el panteón de AGADU, en el Cementerio del Norte de Montevideo.
El Conventillo Medio Mundo fue demolido por la dictadura militar el 3 de diciembre de 1978, tras el desalojo forzado de sus habitantes. Desde el año 2006, el día 3 de diciembre fue declarado, por la ley No. 18.059 como "Dia nacional del candombe, la cultura afrouruguaya y la equidad racial", y el candombe como patrimonio cultural del Uruguay.
Rosa de los morenos.
Rosa de los tambores. Con pechos gigantescos de carbón y de bronce.
Rosa del carnaval. Flor de los negros que tu raza plantara en el barrio Palermo. Naciste hecha de bronce carbón y calle para alzarte absoluta, potente y frágil. Frágil porque eres sólo flor de los carnavales, cuando Sur y Palermo levantan vuelo y se ponen encima los estandartes.
Y entonces acometes la dura empresa de ser tú misma un estandarte de carne. Un sexual y ostentoso meneo de tambor, un tambor caminando por las calles estrechas de tu feudo, del feudo de los negros.
Y entre sudor y lágrimas de brillantina te hacen bailar los tamborileros, te fecundan de música para parir un sueño . Te sueñan dominante y redentora, te sueñan poseída y poseyendo.
Mientras dure tu esplendor moreno te llevarán al centro de la ronda ritual del carnaval. Después serás recuerdo, como antes fueron la Gularte y la Johnson. Y arriarán tu bandera con respeto.
Ha de surgir una negra sucesora que encienda las hogueras donde se templen las lonjas de las llamadas carnavaleras.
Y tu rosa de luna, la rosa de tu nombre, la luna de tu raza, alumbrará las calles empedradas, los pobres callejones que te vieron pasar bajo los balcones al compás que marcaban con sus manos las oscuras comparsas de tambores.
Rosa de los morenos. Rosa de los tambores. Con pechos gigantescos de carbón
y de bronce. WILSON MESA


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